Con su puesto de fritos, a las afueras de la Institución Educativa Mariscal Sucre, el Piliki ayudó a que las jóvenes lograran ser bachilleres.
Usuarios de las redes sociales se han conmovido ante la historia de dos jóvenes que tras recibir grado en la Institución Educativa Mariscal Sucre en el municipio de Sampués fueron a tomarse varias fotografías con una de las personas más importantes en el camino hacia ese logro: Rafael Villacob, un popular vendedor de fritos apodado el Piliki.
Este hombre fue un ángel en el camino para Natalia Peñates y Brenda Teherán, ya que no les permitió ir a estudiar con hambre, dado que durante años les fio empanadas y avena a las afueras del colegio, al enterarse de que estas no habían tenido en su mesa “el pan de cada día”.
Las fotos fueron difundidas por medios locales y, en estos días, pasaron a la prensa nacional, cuyos lectores aplaudieron la bondad del hombre y la gratitud de las recién graduadas.
“Al llegar a su puesto nos felicitó y nos brindó dos empanadas con jugo. Nos tomamos las fotos con él, mi papá las publicó y después las difundió una página de Sampués. Después de eso han compartido la foto en muchos medios importantes, lo que nos sorprendió mucho”, contó Peñates a Impacto News.
Estas recién graduadas del colegio Mariscal de Sucre de Sampués le llevaron el diploma de grado a Rafael Villacop, vendedor de fritos, quien durante años les fió empanadas cuando se enteraba que no habían desayunado y no tenían dinero para pagar
— Mabel Gasca (@mabelgasca) December 11, 2022
¡Todavía hay gente buena!pic.twitter.com/5V1axR3KcZ
El acto de solidaridad por parte del vendedor no se quedaba solo en el hecho de fiar los fritos cuya venta representaba el sustento para su hogar, sino que siempre tenía palabras de aliento para las jóvenes, impulsándolas a culminar su bachillerato para “ser alguien en la vida”.
“Nos decía que estudiáramos, que con el estudio se puede progresar, que podemos ser unas personas con un futuro bueno, nos decía que eso nos llevaría a un mejor futuro. Al sr. Piliki le agradecemos todo el tiempo por habernos ayudado y solventado esas necesidades cuando no teníamos la facilidad económica para comprarle y por nunca decirnos que no; personas como él son las que faltan en muchas partes, gracias Piliki por tu bondad“, agregó la graduada
Además, Natalia y Brenda no serían las únicas en recibir ayuda del Piliki, dado que en varias ocasiones, el ciudadano le fio a muchos estudiantes más, aportando su granito de arena para que estos cumplieran sus sueños.

Informe: Laura Rocco