El cese al fuego no se prorrogó y las órdenes de captura contra los cabecillas fueron reactivadas.
El Gobierno nacional y las disidencias de las FARC lideradas por alias Calarcá han logrado una serie de acuerdos durante el reciente ciclo de diálogos realizado entre el 17 y el 20 de noviembre en San Vicente del Caguán, Caquetá. Aunque el cese al fuego bilateral ya no está vigente, las partes pactaron compromisos en temas sensibles como elecciones, juventud, cárcel y ambiente.
Entre lo pactado está el desescalamiento y protección de menores. Según el documento conjunto divulgado al cierre de la mesa de negociación, las disidencias se comprometen a no reclutar menores de edad. A cambio, el Gobierno se comprometió a diseñar e implementar programas integrales de protección para niños, niñas y adolescentes en zonas de conflicto.
También se acordó la transformación territorial y ambiental, es decir, impulsar un modelo denominado “bioeconomía de paz”: promover el acceso a la tierra, consolidar zonas de reserva campesina y frenar la tala ilegal. Asimismo, se planteó la sustitución de cultivos de coca y la conservación de parques nacionales naturales.
Asimismo, se propuso reactivar una comisión jurídica para hacer un censo de las personas privadas de la libertad por razones del conflicto. Esta comisión evaluará su situación jurídica y de salud, y promoverá programas productivos y educativos en las cárceles, con base en normas que reconozcan la condición particular de quienes estuvieron vinculados al conflicto.
El Gobierno no prorrogó el cese al fuego bilateral con el Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF), la estructura que comanda Calarcá. Esa decisión fue comunicada en abril de 2025. Tras la no renovación de la tregua, las órdenes de captura contra los disidentes fueron reactivadas y el Ejecutivo reiteró que las Fuerzas Militares deben mantener operaciones contra estas facciones..
