La Secretaría de Salud ha capacitado a 350 líderes sociales durante el 2024 para propiciar la participación comunitaria.
El municipio de Puerto Colombia fue el escenario del cierre de un taller sobre participación social y liderazgo transformador con enfoque en violencia de género, organizado por la Secretaría de Salud del Atlántico. Esta actividad, que reunió a 80 líderes sociales de la zona costera del departamento, reafirma el compromiso de la gobernación con el fortalecimiento de las comunidades, promoviendo capacidades en líderes sociales y asociaciones juveniles para construir una sociedad más equitativa y libre de violencia.
Durante el taller, se abordaron diversas formas de violencia de género, incluyendo la física, psicológica, sexual, simbólica, patrimonial y económica, además de socializarse la ruta de atención para las víctimas.
En el 2024, la Secretaría de Salud del Atlántico ha capacitado a 350 líderes sociales de la comunidad en temas de derechos y deberes en salud, liderazgo, mecanismos de participación, sistema de salud, entre otros, que le sirve de herramientas para hacer su trabajo.
En el mismo evento se trabajó el liderazgo transformacional, el cual se define como aquel capaz de cambiar las expectativas, percepciones y motivaciones de sus seguidores a través de motivación inspiracional, influencia idealizada, estimulación intelectual; el tener en cuenta las necesidades y preocupaciones de sus seguidores; visión compartida, el fomento del desarrollo personal y profesional y todo ello basado en relaciones genuinas basadas en la confianza y el respeto mutuo.
Ruta de atención violencia
La ruta de atención presentada durante el taller ofrece pasos concretos que las víctimas de violencia de género pueden seguir para obtener ayuda inmediata y efectiva.
En primera instancia, es fundamental acudir a las autoridades competentes: la Policía Nacional está encargada de recibir las denuncias de manera inmediata y garantizar la seguridad de las víctimas. Por su parte, las Comisarías de Familia ofrecen medidas de protección y atención psicosocial, mientras que la Fiscalía General de la Nación se encarga de investigar los hechos y judicializar a los agresores.
El sistema de salud desempeña un rol crucial en la atención inicial. Las instituciones de salud están capacitadas para brindar atención médica inmediata a las víctimas, abordando tanto sus necesidades físicas como psicológicas. En los casos que involucran a niños, niñas o adolescentes, es indispensable acudir al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para garantizar un manejo adecuado y especializado.
Además, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses realiza dictámenes médico-legales que documentan las lesiones o el impacto de la violencia. Esta dependencia también apoya a las instituciones de salud y asegura la cadena de custodia en los procesos judiciales, facilitando el acceso a la justicia para las víctimas.
Finalmente, la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género del Atlántico juega un papel fundamental en el acompañamiento psicosocial, brindando apoyo integral a las víctimas. Esta entidad realiza el seguimiento detallado de los casos, coordina la ubicación en albergues temporales cuando es necesario y garantiza que las víctimas cuenten con un respaldo constante durante su proceso de recuperación y reintegración.
Esta ruta, concebida como un esfuerzo articulado entre distintas instituciones, busca garantizar una respuesta integral y oportuna que proteja a las víctimas y promueva una sociedad más equitativa y libre de violencia.
De acuerdo con la Gobernación del Atlántico, estas herramientas buscan garantizar el acceso a justicia y protección, así como contribuir al bienestar integral de las víctimas y sus familias.
Asimismo, el objetivo de estos talleres es fortalecer la apropiación de conceptos enfocados a la participación comunitaria dirigida a líderes sociales y organizaciones sociales, incluyendo a las asociaciones de jóvenes establecidas en el departamento del Atlántico.
Yuliana Yepes, joven líder de la Plataforma de Juventud de Puerto Colombia, destacó la el poder participar de estas iniciativas del gobierno departamental. “Es importante que nosotros como jóvenes nos apropiemos de estos espacios para transformar un futuro mejor y evitar que este flagelo siga golpeando a nuestra sociedad”, expresó.
A su vez, Juan David Cubillo, líder social del departamento, compartió una experiencia vivida durante el taller, resaltando el impacto positivo de estas actividades: “Estos talleres son terapéuticos y esenciales para una sociedad que enfrenta altos niveles de violencia. Nos brindan herramientas para educar y transformar”, enfatizó.
Adriana Domínguez, adolescente líder del municipio de Piojó, expresó su interés en continuar participando. “Este taller me enseñó mucho y me gustaría que la Gobernación siga promoviendo estas capacitaciones para identificar y prevenir la violencia de género”, dijo.
Carmen Iliias Muñoz, referente del programa de Participación Social de la Secretaría de Salud, explicó que estas capacitaciones hacen parte de las actividades del Plan de Intervenciones Colectivas (PIC) y buscan fortalecer la participación social y el control ciudadano, en concordancia con la política pública de salud. Además, recalcó la importancia de trabajar en red con las direcciones locales de salud para garantizar un abordaje integral.
El área de Participación Ciudadana de la Contraloría General de la República acompaña a la Secretaría de Salud en todos los procesos que promueven que las comunidades se empoderen de sus deberes y derechos. Ricardo De León, coordinador de esa área en la Contraloría señaló que estos espacios son fundamentales en la democracia.
“Desde Participación Ciudadana seguimos insistiendo en la necesidad de que la ciudadanía reconozca en estos espacios de participación oportunidades para cambiar las condiciones que están viviendo en este momento”, precisó.
De este modo, la Gobernación del Atlántico reafirma su compromiso con el desarrollo de capacidades en los líderes sociales, promoviendo espacios educativos que fortalezcan la prevención de la violencia de género y contribuyan a construir comunidades más saludables, resilientes y empoderadas.