“Hace un año nos contactamos con un corista del maestro para que ella tocara con él, pero no se dio”.
Por. Xilena Robles
A las 3:00 de la madrugada del pasado sábado 21 de enero, Galicia Camacho, de 11 años, se escabulló de las artimañas del destino para cumplir el tan anhelado sueño de tocar con el maestro Beto Zabaleta, oportunidad que hace un año fue truncada por circunstancias de la vida.
Miguel Camacho, padre de la niña genio del acordeón, le contó a Impacto News que el artista llegó al municipio de Carreto, en Magdalena, hacia las 2:30 de la madrugada, como pudo esquivó a centenares de fanáticos que lo rodearon, para presentarle su hija a Zabaleta, a quien referenció como una gran acordeonera cuyo sueño era tocar junto a él algunos de sus éxitos musicales.
“Empecé a decirle que mi hija sabía tocar acordeón, me prestó atención y dijo que me acercara con la niña. El maestro Beto habló con ella, pero tenía miedo que no se defendiera bien en tarima, porque no le veía el peso corporal para sostener el instrumento. Nosotros le dimos la certeza que todo iba a salir bien. Cantó como cinco canciones y la niña me decía que la montara a la tarima, pero que teníamos que esperar”, sostuvo.
Al terminar su quinta interpretación, Zabaleta anunció a Galicia mientras ajustaban los detalles logísticos para que la infante empezara a interpretar La Gemela. El público estaba expectante y Galicia se mantenía feliz al interpretar las primeras notas, tanto así que su energía se la transmitió a Zabaleta que estaba anonadado por el talento de esta niña.
“Era una emoción muy grande, no sentía miedo, ni nervios, porque me socialicé con la tarima y con el montón de personas que estaban ahí. Yo no le dije nada a Beto porque cuando estoy tocando no miro a los cantantes, pero apenas inicié, él se contagió”, indicó la niña genio.
“El tiempo de Dios es perfecto”
El progenitor de la artista expresó que no todo fue perfecto. Hace un año, el deseo de compartir tarima con el intérprete de La dama del ajedrez en una presentación en el municipio de Suan, Atlántico, nunca se dio, pero no desistió y siguió buscando la forma de ver a su pequeña cumplir el sueño.
“Hace un año, nos contactamos con un corista del maestro para que ella tocara con él, pero no se dio, la niña quedó muy triste, pero uno como padre hace lo que sea por sus hijos y los tiempos de Dios son perfecto porque la semana pasada un muchacho llamado Ricardo Lafaurie, que anda en eso de la música nos avisó que Beto iba para Carreto, esa era nuestra oportunidad, por eso le dije a Galicia que practicara”, expresó el padre.
Camacho, su esposa y la acordeonera, hacia las 4:00 p. m., se embarcaron en una mototaxi que les cobró $15.000, aunque tenían poco dinero, llevaban el corazón lleno de emociones por el sueño que deseaban cumplir, aunque no todo salió como esperaban.
“Se nos espichó la moto cuando íbamos por Playón de Orozco, buscamos y buscamos un mecánico y no encontramos, como no podíamos salir en el vehículo no tocó caminar desde ese pueblo y nos tocó caminar como 40 minutos, por fortuna logramos llegar a las 9:00 p. m.”.
El acordeón: su amor a primera vista
Galicia se enamoró del acordeón cuando su madre la llevó a la casa de cultura del municipio Cerro de San Antonio, Magdalena, porque veían en ella una vocación para las artes, por eso la iban a inscribir en danza, pero al escuchar a otros niños aprendiendo a tocar el instrumento, no lo pensó dos veces y prefirió sumarse.
“Uno como padre ni se las cree porque son muchas cosas por la que hemos pasado, por la situación económica en la que estamos, ni teníamos para comprarle una bolsa de agua a ella. Estamos orgullosos de nuestros hijos”, dijo el hombre.
Galicia Camacho es considerada como una de las mejores estudiantes de su colegio, sueña con ser una gran artista y que su talento recorra el país. “Aunque quiero tocar con todos los cantantes, ahora mi sueño es conocer a Omar Geles y a Miguel Morales, porque me identifico y me gusta su música”.
