Su autismo no fue óbice para hacerse hincha del club cordobés, cuyos jugadores le enviaron desde Montería un grato regalo.
Por: Iván Peña Ropaín.
Quién se iba a imaginar que la taquillera película infantil Encanto, de la compañía Walt Disney, le regalaría a uno de los tres clubes profesionales de fútbol que hoy día representan a nuestra Región Caribe en la máxima categoría del rentado colombiano: Jaguares de Córdoba, una nueva y angelical hincha: Gabriella Viloria Caballero, quien pese haber nacido a muchos kilómetros de distancia de tierras sabaneras, sin que por sus venas corra algún gen que la ligue con ese departamento y de que haya sido diagnosticada desde los 2 años con autismo, se ha enamorado de este equipo de la misma manera que lo han hecho y hacen las nuevas generaciones cordobesas.
A sus 6 años años de edad, Gabriella, natural del municipio atlanticense de Baranoa, se vio abducida por la escuadra apodada popularmente como ‘Felino’, familia zoológica a la que pertenece el Jugar que identifica en su escudo a Jaguares, animal que habita en bosques húmedos y secos, sabanas y matorrales, y el que al final es el culpable del nacimiento de este amor.
No necesitó tener la “normalidad” de un niño o niña que no padezca de la enfermedad conocida como TEA (trastorno del espectro autista) para convertirse en seguidora de este deporte y del también bautizado celeste, el color que identifica en la vestimenta a Jaguares de Córdoba. Bastó para ello que a sus padres Harold Viloria y Claudia Caballero y a su hermana Isabella les gustara el fútbol, así como también que ellos tres sean fervientes fanáticos de otra de las cartas de presentación que tiene nuestra Costa en el balompié patrio: Junior de Barranquilla.
Aunando la pasión de su familia con el gusto por las películas infantiles, es ahí donde empieza a germinar su atracción hacia el conjunto de los cordobeses, bueno, ahora también perteneciente a una pequeña nacida en el departamento del Atlántico.
Una vez se vio el film Encanto, cuenta a Impacto News su papá Harold: “Gabriella quedó cautivada con uno de los animales que salían allí, el jaguar, lo que nos llevó a la mamá y a mí a ingeniárnosla muchas veces por estamparle a sus camisetas un jaguar, porque sin que hablara claramente, nos hacía saber por medio de su emoción que quería tener un jaguar en su prenda de vestir (risas)”.
Y tal pasión y amor de esta niña por Jaguares retoñó una noche en la que Harold, como buen amante al fútbol y siendo de aquellos hinchas del Tiburón que también ve los juegos de otros combinados costeños para apoyarlo, más cuando enfrentan a rivales del interior del país, oteaba un cotejo por Liga colombiana que sostenía el Felino, viéndose sorprendido en el acto momentos en que Gabriella, quien a penas a sus 6 añitos es que menciona sus primeras palabras, corrió hacia el televisor y señaló el juego de fútbol.
“No fue la primera vez que sucedió esa bonita escena. Cada que me veía observando un juego de Jaguares, me señalaba en la pantalla la camiseta color celeste, más exactamente el escudo, que tiene dibujado un jaguar. Ahí empezamos a darnos cuenta de que se identificaba con ese equipo”, siguió relatando su progenitor a Impactos News.
Hasta que llegó el día en que, en un esfuerzo que hizo por hablar más largo y entendible, la pequeña Gabriella, quien días atrás ya le había respondido con un “si” clarito a sus padres cuando le preguntaron si Jaguares era su equipo, les hizo la solicitud que tanto presentían: “Le habló a la mamá de forma clara y le dijo ‘Jaguares, camiseta‘, por lo que vimos que nuestra hija se identificaba con el equipo”.
Desde ahí, Harold y Claudia comenzaron el reto maratónico por conseguirle en Barranquilla la casaca del ‘Felino’, “pero nada, acá no la conseguimos, por lo que se la mandamos a hacer”, agregó la mamá de esta nueva hincha que tiene el jaguar de Córdoba.
Casaca ‘felina’ desde Montería hasta Baranoa
Sin querer queriendo hasta Montería, sede donde entrena y juega el plantel de Jaguares, llegó un video y fotos en las que aparece Gabriella exhibiendo su amor por el celeste caribeño. Según nos contó el padre de esta pequeña de 6 años, a quien su cariño por un equipo de fútbol le ha servido como terapia para mejor su habla: “Yo una mañana pasaba por una emisora que tiene un vidrio y que permite ver desde afuera (Olímpica Stereo) a los periodistas. Escuchaba al señor José Luis Urruchurto hablar del partido que sostendría por esos días Junior frente a Jaguares. Una vez pude, le comenté como cosa curiosa desde afuera que en mi casa todos somos junioristas, pero que mi niña de 6 años, que tiene autismo, es hincha casualmente de Jaguares”.
Dice Harold Viloria que la cosa no quedó ahí: “El día del partido entre ambos equipos en el Metropolitano, al que mi esposa, mi hija Isabella y yo fuimos con nuestras camisetas de Junior y Gabriella con la del cuadro cordobés, volví a toparme con el señor Urruchurto después del partido y le recordé mi curiosa historia, por lo que me indicó que le pasara unas fotos de mi hija y hacíamos una ‘notica’ en su programa que tiene en Telecaribe, y efectivamente así fue”.
Y fue dicho formato televisivo-deportivo llamado ‘Desde el punto penal’, así como la señal de trasmisión de Telecaribe, los que transportaron las imágenes de esta pequeña ‘jaguarista’ atlanticense hasta la propia cueva del Jaguar… hasta la bautizada Perla del Sinú.
“Sin tener la menor idea de los alcances de esa notica que le hizo el señor Urruchurto, al día siguiente me escribió una mujer identificada como Melanie Wenki, quien era nada más y nada menos que una de las trabajadoras del equipo de prensa de Jaguares de Córdoba. Me expresó que estaban muy conmovidos con la historia de mi Gabi y que querían tener un detalle con mi niña. Luego, se cuadró todo, les di mi dirección en el barrio San José (Baranoa) porque querían enviarle una sorpresa”, manifestó con voz nostálgica Harold.
¿Y qué fue ese obsequio que llegó hasta la puerta de la casa de Gabriella? Pues la camiseta original de Jaguares de Córdoba, acompañado de un video con mensajes emotivos por parte del director técnico del equipo, Carlos ‘Piscis’ Restrepo, y varios jugadores del plantel, entre ellos el máximo referente que tiene en su historia el elenco sabanero, Pablo Rojas.
Es de mencionar también que el club cordobés montó en sus redes sociales un video con mensajes y fotografías en retribución al gran afecto de esta niña baranoera, quien al tener en sus manos la piel original del jaguar tras haberle llegado por encomienda desde Montería hasta su casa, desde su habitación les mandó un hermoso mensaje con un lenguaje fluido: “Gracias, Jaguares, estoy feliz”: