La dictadura del líder norcoreano Kim Jong-un, además de que edita los compromisos, tiene prohibido emitir aquellos en los que actúan jugadores surcoreanos.
Por: Iván Peña Ropaín.
Pese a que restarán todavía cuatro fechas para concluir la Premier League de Inglaterra 2024-2025, desde el domingo anterior se conoce que Liverpool goleó 5-1 al Tottenham por la fecha 34 (38) y se consagró campeón anticipado.
Eso lo saben, sin temor a equivocarnos, los futboleros de todo el mundo que siguen la que hoy es la Liga más importante, aunque bueno, “saquemos de ese saco” a aquellos que residen en un país que es señalado de ser dirigido por un dictador y que vive aislado de la ‘bolita’ del planeta: Corea del Norte.
¿Por qué allí no sabrían que el Pool es el nuevo campeón del fútbol inglés? Resulta que ello obedece al estrambótico modo en el que se televisa la Premier por orden del gobierno que controla a ese país de Asia oriental desde 2011, cuyo líder es el norcoreano Kim Jong-un.
De acuerdo a lo que develó la cadena 38 North, pasa y acontece que, por indicación de Kim, cuya gobernabilidad también controla los medios de comunicación de forma exhaustiva, los norcoreanos pueden disfrutar únicamente los partidos en los que no participan futbolistas oriundos de Corea del Sur, país con el que tienen una vetusta enemistad.
Es decir, ese duelo entre el Pool y los Spurs no lo podrán divisar, ya que en el último mencionado juega el surcoreano Heung-min Son, quien es uno de los embajadores del balompié de esa otra nación de Asia oriental.
Pero acá viene la razón de mayor peso para inhibirles a los norcoreanos haberse enterado que los Reds ya se adjudicaron la Liga de Inglaterra: “ni siquiera los cotejos son transmitidos en tiempo real,” dándose este proceso semanas o meses después.
A ese absolutismo en el que se halla inmerso Corea del Norte por culpa de su mandamás Kim Jong-un, súmenle que aquellos juegos que son televisados los escoge el mismo gobierno, es decir, no divulgan todos, y además son editados para que tengan duración de 60 minutos, misma situación que se ciñe para los duelos de las principales Ligas europeas.
