El Grupo A finalizó empatados todos con 8 unidades, imponiéndose Bucaramanga por el punto invisible.
Por: Iván Peña Ropaín.
¡Nada qué hacer! A recoger las sillas, meterlas en la casa y a pensar en la Liga-II y en el mes de agosto, cuando se cumplan los octavos de final de la Copa Libertadores. Junior de Barranquilla, la noche del domingo 2 de junio, cayó 2-0 con Millonarios en El Campín de Bogotá y quedó eliminado de la opción de defender el título, logrando ese paso a la final en este Grupo A Atlético Bucaramanga, que derrotó en su casa 3-1 al Deportivo Pereira. ¡Merecido para el bumangués, fue el mejor en el todos contra todos!
Crónica de un resultado no anunciado
El onceno titular puesto en cancha por Arturo Reyes fue el siguiente: Santiago Mele, Walmer Pacheco, Gabriel Fuentes, Jermein Peña y Emanuel ‘Turro’ en zona defensiva; en sector medular Didier Moreno, Homer Martínez, Yimmy Chará, Deiber Caicedo y José Enamorado; y en punta Carlos Bacca.
Entrando en materia, tras el pitazo inicial del silbante antioqueño Wílmar Roldán, todo comenzó a dibujar lo que se venía vaticinando: un Millonarios saliendo con la intencionalidad ofensiva y el manejo de la esférica, mientras se apreciaba a un Junior con la idea de jugarle con prudencia y tranquilidad.
Pero transcuriendo los primeros 10 minutos, el visitante se desplegó más en el césped verde de El Campín, subió un poco sus líneas y empezó a jugarle de tú a tú al local y pensando en el gol.
Mientras empezaba a tejer embestidas en el pórtico defendido por Álvaro Montero, se escuchaba un grito de gol en el estadio Alfonso López, donde Atlético Bucaramanga le comenzaba a ganar al Deportivo Pereira, resultado que metía al ‘currambero’ a la final con esa igualdad momentánea que manejaba.
Luego, el Tiburón volteó el papel, aunque aún sin cantarse una con aroma de gol. Tuvo la pelota en sus pies y jugó a velocidad ralentizada, eso sí, craneando por dónde ingresarle al bloque defensivo armado por el elenco cachaco.
Corriendo por el 15′, Junior pintaba mejor en el gramado de El Campín, produciéndose en ese tiempo una a su favor tras un pase filtrado desde bomba central de Homer a Fuentes, tocándola este de una a Bacca y este a su vez sirviéndosela en el área a Chará, quien al definir hizo un bonito enganche a un defensor pero, al tocarla para embocarla, se dejó coger por el achique del arquero.
La bola terminó impactando en el cuerpo del golero Montero y yéndose al tiro de esquina. ¡Ufffff, hubiese sido el primero, ese que le habría dado a esta crónica un sabor agradable!
Registrando el reloj de Roldán el 20′, el Rojiblanco entró en regulación de oxígeno por el esfuerzo realizado y también para evitar un prematuro desgaste. Ello le permitió a Millos adueñarse, nuevamente, de las acciones.
En su resurgir Millonarios produjo dos que asustaron a los junioristas. La primera, al minuto 25, en una asistencia rasante de David Macalister al centro del área y Larry Vásquez le dio de una, luego de anticipar a un lento Olivera en la cobertura, pero mandó por suerte por arriba la redonda.
Y la segunda, al 32′, en un error que por fortuna no fue garrafal. Mele sale jugando en cercanías de la medialuna con Martínez y este, al intentar entrar nuevamente al área, en vez de abrir el campo de juego de forma rápida, fue sorprendido por Juan Pereira, quien le robó la bola y sobre la marcha pateó a la cueva sur de ese estadio, pero el arquero uruguayo dijo presente con una gran intercepción.
Antes de que se pitara el fin de la etapa inicial, Junior de Barranquilla pudo irse a los vestuarios arriba en el marcador, cuando al 36′, Fuentes surtió de un gran pase rompe líneas a Caicedo y este se llevó a un costado a Montero, rematando y dando la bola en la base del vertical izquierdo. El rebote le cayó a él y, al centrarla al segundo palo, Bacca cabeceó ante la endeble marca de Jorge Arias, pero no le dio dirección y pasó la ‘pecosa’ cerca del poste derecho. ¡Se lo devoró el porteño!
Sin más que decir se escuchó el silbatazo final, siendo una etapa de intenciones divididas, que sin tantas emociones, luciendo en algunos tramos un partido trabado, hay que decir que cualquiera de los dos pudo haber roto el celofán, concluyendo Mele como la figura con aquel ‘atajadón’ que le hizo a Pereira.
¡Junior no fue más nada de nada!
Arrancó el segundo período con un “baldado de agua fría”, con un autogol en tan solo tres minutos (48). Jermein Peña fue el villano.
En una buena jugada individual de Daniel Ruiz, ganándole en velocidad a Pacheco, entrando al área y enganchando a Olivera, pateó y tapó Mele, pero el rebote concedido dio en el pecho de Peña y se metió, no pudiéndola despejar pese a que se arrojó.
Notándose un Junior golepeado con ese tanto, Millonarios se fue encima, llegando 13 minutos después (58) al segundo, a través de Pereira luego cazar un rebote que dejó Mele tras atajar un disparo difícil abajo de Giordana.
Viendo el segundo adentro, al 61′, Reyes movió su banco, jugándosela a la ofensiva: metió a Steven ‘Tití’ Rodríguez y sacó a un flojo Chará.
El Tiburón se pellizcó y comenzó a meter en campo propio al Embajador, exponiéndose al contragolpe. Había que arriesgar para intentar llegar al empate, pues Búcaros, al que le habían igualado, había conseguido el 2-1 parcial, el que le servía al costeño si empataba.
Buscando Junior, se le dio una que pudo darle un aire en su momento para llegar a la paridad, la que requería ahora. Al 71′, le quedó al ‘Tití’ en el punto penal, sin marca y con el enorme marco a su disposición, pero su puntazo salió desviado.
El equipo de la Arenosa siguió con las líneas arriba pero sin profundidad, demorándose Reyes en tirar más ofensiva, es que se necesitaba urgentemente, empero haciendo tal movimiento ya sobre el comienzo de los 80′: Luis ‘Cariaco’ González por Caicedo y Bryan Castrillón por Enamorado, que estaba golepado.
Previamente a esas modificaciones concibió el Rojiblanco otra para el descuento, quedándole a Bacca en el área chica tras centro a media altura de Fuentes, pero ‘Goleador70’ la mandó por arriba casi estando situado bajo el marco.
Después, ya por el 87′, se observaron en cancha las presencias de Edwin Herrera por Pacheco, que se fue lesionado, y de Jhon Vélez por un mal Homer Martínez.
Para qué seguir relatando esta amarga crónica, en El Campín de Bogotá no fue más nada de nada para Junior de Barranquilla, que quedó otra vez manos abajo en esa plaza y contra un contrincante al que tiene un largo tiempo y no le gana en su territorio.
Para rematar, pese a que todos acabaron con las mismas 8 unidades en este cuadrangular, ganándolo Atlético Bucaramanga por el punto invisible, el equipo de la Costa quedó en el último puesto.
