Todo estalló por las preguntas realizadas en las ruedas de prensa del Mundial Femenino para que aclarara el posible abuso sexual.
Por: Iván Peña Ropaín.
La mañana del sábado 5 de agosto, se conoció del primer escándalo en el Mundial de Fútbol Femenino categoría mayores que se desarrolla en Australia y Nueva Zelanda, y el que estaría relacionado con una conducta indebida de un técnico contra varias de sus jugadoras, por lo que la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) ya abrió una indagatoria para determina responsabilidades.
Alegando confidencialidad para tampoco entorpecer las pesquisas, la FIFA no suministró más información solo que el hecho se habría dado en la interna de la Selección Zambia, eliminada en la fase de grupos, y que lo acaecido se trataría de un toque indebido y sin consentimiento de senos a varias futbolistas.
Sin embargo, en las incipientes informaciones de los medios que están pendientes de esta Copa Mundo de mujeres, la cual se encuentra en su fase de octavos de final, como cotilleo se asegura que el investigado sería el entrenador de ese combinado africano, Bruce Mwape, quien ante los señalamientos que se producen en la prensa no se ha pronunciado aún en tono de defensa.
Pero todo esto se desató por las alegaciones de abusos sexuales en el equipo femenino de Zambia emergidas en las redes sociales el año pasado, enfrentando Mwape en el torneo en el que participaba constantes preguntas en ruedas de prensa sobre el tema, únicamente manifestando que todo “era falso”.
Lo que quiere decir que a raíz de la especie de interrogatorio de los medios de comunicación en las conferencias de prensa previas y posteriores a los juegos de Zambia, fue que FIFA puso la lupa a los presuntos casos de abuso sexual que habría cometido dicho entrenador de fútbol femenino.
