Alfredo Correa Galindo nunca se consoló tras la muerte de su hijo, por la cual el Estado colombiano tuvo que pedir perdón.
Este jueves falleció en la ciudad de Barranquilla Alfredo Correa Galindo, quien era padre del docente Alfredo Correa de Andréis, asesinado el 17 de septiembre de 2004, y del periodista deportivo Raúl Correa de Andréis.
Correa Galindo fue un hombre cuyo ser estuvo impregnado durante mucho tiempo por el dolor de la muerte de su hijo a manos de la complicidad entre el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS y las AUC.
Aunque no ha sido confirmada por su familia la causa de su deceso, Alfredo Correa Galindo sufría de cáncer de piel y su estado de salud se encontraba delicado desde hace algunos días.
El sociólogo Alfredo Correa de Andréis, perdió la vida cuando caminaba junto a su escolta por Barranquilla y un hombre le disparó a ambos. Meses atrás había sido declarado inocente luego de que lo acusaran de ser integrante “ideólogo” de las FARC y de que fuese detenido injustificadamente.
Además, días antes de ser asesinado, el docente había presentado una investigación sobre los desplazados del Atlántico y del Bolívar, en la cual demostraba desvíos del fondo del Plan Colombia.
“Es incontrovertible que el profesor fue objeto de seguimientos y tomas fotográficas ilegales desde el mes de agosto de 2003, por parte del investigador de la Dirección seccional del DAS de Valledupar, Javier Alfredo Valle Amaya” dijo el Consejo de Estado en su condena a la Nación por la injusticia cometida contra Correa.
Para Correa Galindo dicho crimen fue algo imperdonable y, aunque asistió a las ceremonias del acto público de perdón ofrecido por el Estado en el 2019, él y su familia siempre reiteraron que nunca se consolarían por lo sucedido.
“Los Correa de Andreis no nos consolamos y no nos vamos a consolar jamás. Las disculpas públicas no las aceptamos, ni las rechazamos, simplemente las escuchamos porque el nombre de Alfredo jamás estuvo enlodado. Los que lo conocimos, sabemos que mi hermano era un hombre pulcro”, expresó Raúl Correa en nombre de su familia, durante uno de los actos en los que el Estado reconoció también su culpa en la afectación del buen nombre del profesor.
Informe: Laura Rocco