El popular ‘Boni’, natural de Soledad, donde residía, había sido recluido a una clínica de Barranquilla a raíz de una fuerte caída que sufrió.
Por: Iván Peña Ropaín.
Una noticia que golpea al fútbol colombiano y atlanticense, pero con más fuerza al Junior de Barranquilla, se conoció la tarde del martes 30 de abril: hacia las 3:00 p.m., falleció Bonifacio Martínez, aquel centro delantero que hizo parte del equipo que en el año 1980 consiguió la segunda estrella para el Rojiblanco, imponiéndose en la disputa al Deportivo Cali y arrebatándole la corona al Atlético Nacional.
De lo que se ha conocido sobre el deceso de este exfutbolista, quien se aproximaba a sus 73 años, hace un par de días fue remitido a la Clínica General de Norte, en la capital del Atlántico, como causal de una fuerte caída que habría sufrido en su lugar de residencia en el barrio Centro del municipio de Soledad.
Boni, como popularmente lo llamaba todo el que se lo encontraba en las calles en sus años de futbolista pero también después en su retiro, dado por allá en el año 1982, vivía de la pensión de un trabajo que tuvo en la Empresa Municipal de Teléfonos de Barranquilla, donde laboró durante 20 años.
Tenía exquisitas condiciones futbolísticas, por lo que conocedores en la materia en su época señalaban que estaba destinado a forjar un rica carrera en el fútbol profesional colombiano, sin embargo, como él mismo lo reconoció en vida, la indisciplina se lo impidió, comentando al respecto en una entrevista que le hizo un medio de la ciudad en 2019: “Me encontraba con los más veteranos y nos íbamos a tomar las ‘cervecitas’ y eso se fue regando por toda la ciudad hasta que llegó a manos de la dirección técnica y allá si nos jalaron las riendas. No era que me gustaba tomar mucho, pero sí me gustaba tomarme mis ‘cervecitas’, eso era después de los partidos. Algunos me veían y enseguida decían que me habían visto”.
Jugó en el conjunto barranquillero durante cinco temporadas: 1975 (debut en la profesional), 1976, 1978, 1980 y 1981, saliendo del club a sus 33 años, según confesó en su momento, porque el cuadro costeño requería dos jugadores del Santa Fe de Bogotá, manifestándosele a él que en la capital estaban interesado por sus servicios, a lo que dijo que no y prefirió retirarse y adentrarse a otro trabajo, trasegando hasta el que al final le dio la pensión de la que gozaba.
Con la casaca de Junior, Boni convirtió varios goles, aunque la memoria más lucida para la cantidad anotada la tuvo para la campaña de 1976: “hice como 13 o 14 goles”, dijo en una entrevista.
