El hombre reconoció haber acabado con la vida de la madre de sus dos hijos, versión que deberá sostener ante las autoridades competentes en el debido proceso.
Liseth María Acosta Jiménez, de 33 años de edad, es una de las más recientes víctimas de feminicidio en el departamento del Atlántico. La mujer perdió la vida a manos de su compañero sentimental, según la confesión del mismo hombre, en la mañana del pasado viernes 12 de abril en el apartamento 203 de la torre 14 del conjunto 5 de Las Gardenias, en Barranquilla.
El dolor se ha apoderado de la familia de Liseth y también de la de Jhovani Ibáñez, de 43 años de edad, señalado feminicida, dado que nunca esperaron vivir una tragedia de esa magnitud, sobre todo, habiendo dos niños de por medio, fruto de la unión de la pareja que convivió durante 16 años.
“Yo estaba en mi casa, me llamaron y me dieron esa noticia, lo que yo hacía era preguntar por qué lo hizo, salí corriendo en chancletas, cogí una moto y llegué allá, no fui capaz de verla, sino que escuché lo que había pasado y fue un golpe bastante duro. Por más de lo que haya sucedido entre ellos, nosotros queríamos mucho a Liseth teníamos una muy buena relación, sentimos como si se hubiera ido una hermana para nosotros porque era muy buena cuñada, buena nuera, buena madre”, contó Benilda, hermana de Jhovani.
Sobre el crimen, la mujer contó que su hermano y Liseth tuvieron graves problemas de pareja y en medio de una discusión, él “llevado por la ira y los celos” le quitó la vida. Posteriormente, huyó del inmueble donde residían con sus dos hijos menores de edad:
“En la madrugada cuando él vio lo que acababa de hacer tomó la decisión de irse lejos, se montó en la moto y comenzó a andar como loco, se fue para Santa Marta, Valledupar, La Guajira, en Santa Marta vendió la moto mal vendida y el celular”.
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Lo que más le duele a esta familia es que ahora dos niños quedan sin su madre y con su padre en prisión: “Es la tragedia más grande que hemos vivido, es un golpe doble, unos niños sin una madre, un padre que va a pagar su condena. Es muy duro, he hablado con mis sobrinos, les dije que contaran con nosotros para lo que necesitaran, que no los vamos a dejar solos. Mucha gente comenzará a señalar, pero nosotros y la tía por parte de la mamá estamos pensando es en ellos. Hemos tenido comunicación con una hermana de ella, ella dice que lo perdona, que no le va a guardar odio porque el odio y el rencor no le van a devolver a su hermana y que ella va a cuidar de sus hijos como si fueran de ella”.
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Sobre la historia de esta pareja que terminó en tragedia, Benilda recordó: “Vivieron juntos 16 años, desde que ella tenía 16 añitos, la conoció en la 9 con la Cordialidad, ella ayudaba a la mamá que trabajaba con restaurantes, era una buena muchacha, nos la llevamos súper bien, nunca tuvimos ninguna pelea, era muy servicial, vivimos también un tiempo juntas, cuando llegaba el cumpleaños se lo celebrábamos y muchas veces vino a mi casa, lo último fue el baby shower de mi hermana, la pasamos súper sin saber que sería la última vez”.
Aunque las autoridades indicaron que Jhovani había sido capturado, sus familiares quieren hacer énfasis en que él se entregó reconociendo el crimen. Su hermana agregó: “Veo en él la mirada de una persona que se quiere morir, que dice que nunca se va a perdonar lo que hizo, que él no debió hacer eso, que así Dios se lo perdone él no se lo va a perdonar, temo por su vida porque él ha intentado quitarse la vida, pero le hemos orado a Dios para que no tome esa decisión, sino que si tiene que pagar en la cárcel, que pague en la cárcel. Él dice que él ya está muerto en vida. La niña pregunta por él y él pregunta bastante por ellos”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
