“Uno no contesta por los medios ni por los micrófonos los irrespetos”, dijo la ministra de Trabajo sobre la acción.
Malestar y disgusto ha generado en muchos senadores aliados al Gobierno nacional la decisión del presidente del Senado, Iván Name, de suspender la sesión de debate de la reforma pensional en la tarde de este miércoles 10 de abril.
“Muestra insatisfacción por ese trato inadecuado. En señal de protesta levanto la sesión y cito para el próximo lunes”, argumentó el presidente de la corporación a los legisladores, a la vez que se escucharon silbidos y gritos en contra y aplausos a favor por parte de algunos congresistas. A
La decisión de Name parte de los cuestionamientos del primer mandatario a la libertad que tuvo la Comisión VII del Senado de archivar la reforma a la salud, por lo que recriminó que lance la crítica a sabiendas que fue esa misma comisión la que sacó adelante la reforma pensional.
Durante esta sesión, la Plenaria tenía previsto discutir el proyecto de reforma pensional con la ponencia alternativa de la senadora Norma Hurtado y también con la mayoritaria que es del Gobierno nacional, pero con el levantamiento de la sesión, nuevamente se volverán a reunir el lunes para continuar el estudio.
“El presidente del Senado, el señor Iván Name, es un tramposo. A punta de jugaditas piensa engabetar y así hundir la reforma pensional. ¿A qué juega? ¿Cuáles son sus intereses? Permita que el senado, discuta, delibere y tome la mejor decisión en favor de los pensionados del país”, expresó airadamente el senador del Pacto Histórico, David Racero.
A su vez, la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dijo que los debates y posiciones deben hacerse con altura, generosidad y respeto, pero no interrumpir el desarrollo de las actividades en el Congreso de la República.
“Uno no contesta por los medios o por los micrófonos los irrespetos, uno actúa fundamentalmente”, manifestó la jefe de la cartera del Trabajo.
Al finalizar, Iván Name anunció la conformación de una comisión accidental que decidirá el futuro de la apelación al hundimiento de la reforma a la salud. Esta subcomisión estará conformada por los presidentes de las siete comisiones constitucionales y tendrán un periodo de ocho días para informar si esa solicitud puede ser acogida o no.
