Luego de 26 años de distanciamiento, los dos célebres músicos volvieron a hablarse, en el Barranquijazz 2018.
Por: Sergio García
“El maestro Martín era el quinto dedo de Pablo, es el último guitarrista del Filin que queda en el planeta”. Así empieza a recordar Erasmo Padilla, locutor y periodista barranquillero, el épico momento en que Milanés y Rojas se volvieron a ver tras una ruptura en sus relaciones por motivos políticos.
“Fui testigo del estremecedor abrazo que se dieron en el camerino del salón Jumbo. Pablo no se cansaba de mirar a Martín, se hablaron al oido, se rieron, se perdonaron e hicieron las paces, luego de 26 años de no hablarse”, expresó a Impacto News, Erasmo Padilla.
Martín Rojas Torrente nació en La Habana, Cuba, en 1944. A los siete años de edad perdió la vista, a raíz de una explosión en una fábrica clandestina de pólvora. Esta limitación física lo llevó a aferrarse y a dominar la guitarra, instrumento que recibió, por primera vez, gracias al corazón generoso de los médicos y enfermeras que lo atendieron en el hospital tras su accidente.
Pablo Milanés y Martín Rojas se conocieron en los años sesenta, grabaron cuatro volúmenes de la antología titulada Filin, dedicada a grandes canciones y compositores de la época dorada del bolero. Temas como: La gloria eres tú, Contigo en la distancia, Esta tarde vi llover, Alma mía y Perfidia, sellaron una amistad que fue interrumpida durante dos décadas por motivos políticos, precedida de la salida intempestiva de Martín de Cuba, su ida a Venezuela y luego a Estados Unidos.
“Esa noche del 14 de septiembre, en el Jumbo de Barranquilla, Milanés y Martín se volvieron a juntar, compartieron escenario en la primera parte del show, solo voz y guitarra como solían hacerlo en el cabaré habanero Tropicana. Soy muy conocido de Martín Rojas y sugerí a Tony Caballero, uno de los organizadores de Barranquijazz, juntarlos para que la ciudad fuese testigo de ese maravilloso reencuentro”, agregó Padilla.
Milanés, a pesar de ser uno de los creadores de la Nueva Trova Cubana y de enarbolar la bandera castrista junto a artistas como Silvio Rodríguez, decidió salir de la isla, residenciarse en España y criticar en ciertos momentos el sistema. “Los cubanos aún esperamos los cambios que prometió Raúl Castro”, expresó Pablo, luego de negarse a firmar una carta que justificaba el encarcelamiento de 75 intelectuales y tres fusilados por el intento de secuestro de una lancha en Cuba.
Nos queda el imborrable recuerdo de Juan Carlos Buggy anunciando en el salón Jumbo de Barranquilla la hazaña de ver juntos nuevamente a Pablo Milanés con Martín Rojas. El trovador lució cansado por sus complicaciones de salud, a raíz de problemas renales, hernias discales, presión alta, una operación de corazón abierto y un cáncer, pero brillante al cantar:
“Si me faltaras no voy a morirme
Si he de morir quiero que sea contigo
Mi soledad se siente acompañada
Por eso a veces sé que necesito
Tu mano
Eternamente tu mano.
¡Hasta siempre, Pablo!
