“Joe nunca supo por qué me retiré de su orquesta, nunca se lo dije”.
Por: Sergio García
Barranquilla llega a sus 209 años de haber sido erigida en villa. Por nuestras mentes desfilan recuerdos imperecederos de la ciudad que nos vio nacer, crecer o que con sus brazos abiertos nos recibió.
Somos más los que dijimos: En Barranquilla me quedo, extasiados con las bondades de nuestra ciudad, a pesar de los defectos de la eterna novia.
En julio de 1988, Joe Arroyo, cartagenero de corazón barranquillero, creó la canción que se convirtió en un himno musical para la ciudad, logrando de paso inmortalizar su nombre como artista.
Visitamos al pianista Chelito de Castro, quien con su talento musical ha exaltado el nombre de Barranquilla, logrando participar en producciones con figuras internacionales como Julio Iglesias, José Luis Rodríguez, Ana Gabriel, Carlos Vives, Shakira, Juanes, entre otros, y llevando consigo el privilegio de haber interpretado el piano y de crear junto a Joe, la insigne canción En Barranquilla me quedo.
Sentado frente a su piano y con una vetusta máquina de escribir de fondo, la misma con la que su padre, don Chelo de Castro, el periodista deportivo más longevo de Colombia, ha escrito miles de columnas, Chelito exhala sus memorias y nos cuenta cómo nació la memorable canción.

“Nosotros llegamos a la ciudad de Medellín luego de estar un fin de semana en Barranquilla y de haber asistido al sepelio del maestro Pacho Galán. Arribamos un lunes y en el estudio de grabación Joe me dice: “hagamos una canción para Barranquilla, entonces tarareó la primera estrofa: “Del Caribe aflora, bella encantadora, con mar y río, una gran sociedad”. Y me pregunta: ¿qué idea tienes para la introducción? Entonces, se me ocurrió hacer la entrada que todos conocemos y clasificó. Así se fue armando el tema, inspirado en las ideas que tenia el Joe sobre los arreglos y la composición. Al final faltaba un remate, y surgió el coro: En Barranquilla me quedo, me quedo a gozar”.

Con sus ojos humedecidos por la nostalgia de haber trabajado con su ídolo musical, Chelito nos cuenta que esta canción es el canto de agradecimiento más grande que ha podido ver, de un artista hacia un tierra que no lo vio nacer.
“Joe, amó a Barranquilla. Recuerdo que siempre que veníamos entrando por la vía a Ciénaga y se veía a lo lejos la ciudad, él siempre decía: Nojoda, Barranquilla, yo si te quiero”, recuerda Chelito.

Joe Arroyo tenia una particular forma de producir sus canciones. Con efectos sonoros emitidos desde su garganta, daba a entender lo que después se convertiría en partituras exitosas.
“Joe fue un músico que no leía partituras ni ejecutó algún instrumento, pero él tenia claro en su cabeza cómo quería que sonaran sus canciones, y lo más importante, Joe sabia como no quería que sonaran sus temas. Entonces cuando alguien le daba una idea que no tenia que ver con su estilo, él la rechazaba. Cuando llegábamos al estudio, Joe tenía el 80% de la estructura de la canción en su cabeza”, expresa Chelito.
“En muchas ocasiones nos reunimos en el patio de la casa de Joe, yo llevaba el piano con una grabadora pequeña, empezábamos a armar el mapa de la canción y los tonos. Es más, un dia diseñamos una canción que no nos gustó mucho, no clasificó, pero me fui para la casa y la canción dándome vueltas en la cabeza. Al día siguiente volví a la casa de Joe y le toqué Echao pa’ lante, me dijo que si estaba seguro del tema y al ver mi seguridad y entusiasmo dijo; bueno, vamos pa’ lante, y fue un éxito mundial”.

Joe Arroyo ha sido blanco de críticas por grabar varios temas que adaptó al idioma Español, incluso, siendo señalado de cometer plagio, detalle por el cual Chelito De Castro salió en su defensa.
“Muchas canciones son autoría de Joe y en otras hizo adaptación ideomática, que es una figura que se estila y es válida, como el tema ‘Tal para cual’, él trajo la canción y la adaptó a su ritmo, al Joeson que era la parte caribeña de él, o como La Rebelión que la grabó Joe Urquijo a finales de los 70’s y Joe la grabó en 1986, que fue la versión que se pegó a nivel mundial. Estoy convencido que Joe Arroyo fue un genio de la composición, para mi los tres más grandes autores con los que crecí son: Joe Arroyo, Jairo Varela y Diomedes Díaz.

Joe lo predijo en su canción: “en tierra firme me quedo”, y cumplió su promesa. Sus restos mortales reposan en Barranquilla.

“Joe, amar más esta tierra no pudo, y fíjate que para Joe el día mas importante del año era el del Festival de Orquestas. Era su sueño, cuando estábamos grabando, él se imaginaba cantando la canción en el Coliseo Cubierto y la reacción de la gente, y cuando íbamos al exterior, por lo regular, en Ecuador, Perú, Panamá, México, siempre había un público barranquillero que lo esperaba en el aeropuerto con pancartas que decían: Joe, Barranquilla te quiere. Tiene hijos barranquilleros, hizo una empatía sin igual con esta tierra”, agrega.
“El día que conocí a Joe Arroyo”
“Mis hermanos me habían llevado muy pequeño a una caseta donde tocaba Fruko y Sus Tesos, yo había quedado electrizado porque la figura de Joe la seguía desde niño a través de la radio. Yo grababa las canciones, incluso, en los shows en vivo. Recuerdo que Joe tenía un gran amigo que también le hacia arreglos y era pianista, que se llamaba Victor del Real (q. e. p. d.), más conocido como el Nene, quien para esa época tocaba con la orquesta de Adolfo Echeverría. Yo siempre iba a visitar al Nene, porque él me daba un cupito para tocar tres canciones, “toca, dale, que tú puedes”, me decía. Y cualquier día que llegué a la casa de Adolfo Echeverría, ahí estaba el Joe; cuando lo vi no lo podía creer, que estuviera viéndolo en persona. Entonces el Nene le dice al Joe: este monito va a ser tu pianista. Fíjate que a la vuelta de dos años, ya yo era el pianista de Joe Arroyo”, añade.
“Me fui asustado para Venezuela”: La triste salida de la orquesta
Recordar los motivos del retiro de la orquesta de Joe Arroyo, no fue un momento agradable en nuestra entrevista con Chelito De Castro. Ante el interrogante, agacha la cabeza y empieza a sudar frío, denotando la incomodidad de la pregunta.
“En Barranquilla había un movimiento de gente que estaba permeando los grupos musicales, para que llevaran droga al exterior. Una vez estaba en un sitio que se llamaba Vieja Guardia, luego de hacer una gira, y alguien que estaba sentado en la otra esquina de la barra se acercó a saludarme y me dijo: Óyeme, Chelito, que buenos goles que están haciendo allá. Yo le respondí: Goles, ¿de qué me hablas? Estás equivocado. Entonces me empezó a tirar claves, y esto, y aquello. Empecé a relacionar detalles de viajes, de compañeros, sobretodo los de utilería, que en las primeras presentaciones tenían un poco de plata, y llegué a la conclusión de que el tipo tenía razón, pero para mi era muy difícil decir algo, porque corría peligro mi vida”, recuerda Chelito.
“Aproveché y me fui dos meses para Venezuela, Joe citó al primer ensayo y yo no aparecí, citó a un segundo ensayo y no aparecí, al tercero llamaron a un pianista y se fueron de gira para Europa, y el tipo del bar me había dicho que en ese viaje iban a meter unos goles, y la verdad, me dio miedo. ¿Qué tal uno caer de gancho ciego y cuando quieran averiguar la verdad, ya uno tiene 5 años de estar guardado?”, exclama.
“Me retiré de la orquesta, Joe nunca supo el porqué de mi retiro, nunca le dije. Con el pasar de los años, Joe me llamó para ocasiones especiales, para algunos carnavales, algunas giras, para que reforzara la banda y lo hice con todo cariño, inclusive, terminé siendo el último productor cuando le hice ‘El Torito’, ‘La Fundillo loco‘, que fueron sus últimos éxitos de Carnaval”, añade.
“Ya la cosa se había calmado y justo para esa época fue cuando mis compañeros del Grupo Bananas se vieron involucrados en el mismo tema, varios teniendo que pagar inocentemente cárcel por la irresponsabilidad de otros”, finaliza.