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Eliminado Junior de la Copa Colombia: ¿Último baile del ‘Bolillo’ en Barranquilla?

No hay más nada que decir, este traspié con Cúcuta Deportivo, un equipo que está en la B, “es un resultado saca técnico”.

Por: Iván Peña Ropaín.

Y la noche del miércoles 16 de agosto llegó el tercer fracaso para Junior de Barranquilla en la temporada 2023, dejando de paso más amargada a su hinchada, sensación en la que se sumerge todavía más por quedar eliminado en los octavos de final de la Copa Colombia 2023 a manos del Cúcuta Deportivo, y en su propia casa estadio Metropolitano Roberto Meléndez, ganando el cotejo 2-1 pero perdiéndolo en los penales 4-3

En cuanto a la crónica de este lamentable compromiso, hay que decir que el cuadro barranquillero, tal como ha empezado varios de los juegos sostenidos en este horrible segundo semestre de la campaña que cursa, fue una tromba ofensiva desde del pitazo inicial, empero recurriendo a la constante: “Sin ideas contundentes al momento de definir en el último tramo”.

La actitud de romper el celofán por parte del dueño de casa también llevó a que el Motilón se replegara en terreno propio, táctica que vienen aplicándole al Junior porque los contrarios saben que anda sin inteligencia y chispa a la hora de resolver cuando está en cercanías de las 16 con 50.

El equipo de Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, a quien se le veía impertérrito en la línea técnica pero quien en su mirada denotaba preocupación por no ver por dónde resquebrajar los dos bloques defensivos planteados por el Cúcuta, después de intentar en varias jugadas con centros desde las bandas tuvo al minuto 14 su recompensa.

Luego de recibir un pase corto del atacante argentino Gonzalo Lencina por sector derecho en cancha del visitante, el lateral Edwin Herrera cruzó un centro al palo de la mano derecha del meta argentino Ezequiel Mastrolía, entrando Carlos Bacca en diagonal, ganándole la posición al central Julián Anaya y con su cabeza cambiándole la esférica al vertical derecho: “Gollllll, al fin llegó ese gollllll, se escuchó en las graderías del Coloso de la Ciudadela.

El de Puerto Colombia en su celebración se tomó unos segundos de más para darle gracias Dios, pues sabe la dura sequía goleadora por la que atraviesa y todo el mal momento que vive el “equipo de sus amores”, el cual se complicaría más de la cuenta en el epílogo. Seguidamente, Bacca dedicó su diana a todos los que estaban en la tribuna, respondiendo estos a la dedicatoria con aplausos y cánticos de “goleador…goleador”, sin siquiera llegarse a imaginar que minutos más tarde saldrían del estadio insultado a “Raymundo y todo el mundo”.

Dado el 1-0 buscado por el anfitrión, Cúcuta Deportivo se abrió a jugar, pero con precaución en su popa, dándose un ida y vuelta entre ‘tiburones’ y ‘motilones’, estando más cerca de la anotación el Rojinegro, que al 36′ la tuvo en una que le sacaron en la línea del arco, cortándole previamente Santiago Mele la velocidad a la bola gracias a un muy rápido achique que efectuó.

Con esa pululación ofensiva de ambas escuadras se extinguió el primer tiempo, viendo los espectadores en el Metro con una gran ilusión que para la segunda parte llegaría el segundo tanto que les evitaría los infartantes penales y los clasificaría de forma directa a los cuartos de final de Copa. No obstante, todo fue una quimera.

“Ni con penal regalado”: expresó el hincha

Para los 45 complementarios, la intensidad de Junior y Cúcuta no mermó, aunque se vio a un cuadro nortesantandereano más atravieso e inquietante en la cueva sur del portero “charrúa” Mele.

El toma y dame ofensivo estaba servido en el césped del escenario barranquillero, casi cantándose el 2-0 en los pies de Déiber Caicedo, quien recibió un pase filtrado en el punto penal y al no poder parar bien la esférica, le dio como pudo y terminó estrellándola en la humanidad de Mastrolía, a quien hay que abonarle que achicó perfectamente el ángulo y terminó siendo la gran figura del partido.

Después de esa acción, a los dos minutos posteriores, más exactamente al 53′, Cúcuta aplicó la ‘Ley del fútbol’ que reza: “El que no los hace, los ve hacer”. El delantero Jonathan Agudelo, en remate de primera intención de media distancia, dejó colgado a Santiago Mele y puso un golazo que emparejó este duelo por la vuelta de octavos de Copa Colombia, marcando en el global 5-4 y logrando meterse a siguiente fase hasta ese pasaje.

El “baldado de agua fría” volvió a pincelar el trazado de la primera parte: un Junior de Barranquilla buscando por todos los sectores y espacios y un émulo metido atrás, y ahora con mayores razones, pues estaban clasificando con el uno a uno que facturaban.

Los jugadores de ‘Bolillo’ escarbaban por ese 2-1 del ni modo, es decir, el de esa diana que llevara la definición del paso a cuartos de final al punto blanco, apelando a centros de costado, pelotazos, a lo que saliera, como fuera, lo importante era la segunda anotación.

Hasta que en los minutos de reposición le salió a Junior lo que maquinaba, aunque hay que señalar que se produjo a través de un penalti bastante dudoso, jugada en la que Vladimir Hernández patea cruzado al arco rival y dio la redonda en el brazo del defensor cucuteño que efectuó la cobertura.

La ambigüedad radica en que el miembro de la zaga cucuteña tenía echado hacia atrás sus dos brazos, tal como lo pide el reglamento, argumentando quienes sí vieron infracción que la falla fue tenerla separada del cuerpo, inhibiendo de esta manera la trayectoria de la pelota que iba con dirección al arco del cancerbero argentino.

Ejecutó el venezolano Luis ‘Cariaco’ González al 90+9, alargándose la reposición de 5 minutos por el reclamo de los jugadores rivales, y puso el tanteador 2-1 para un global de 5-5, escuchándose inmediatamente el pitazo sepulcral del compromiso ¡A definirse en los penales!

Desde los cobros infartantes, Junior de Barranquilla anotó por intermedio de Bacca, ‘Cariaco’ y Gabriel Fuentes, y marró con Hernández y Pablo Rojas, siendo más efectivo Cúcuta Deportivo, que anotó con Juan Pablo Díaz, Mauricio Duarte, Jaime Peralta y Juan Moreno, errando el golero Mastrolía.

La serie concluyó 4-3, celebrando los forasteros, yéndose con más rabia los junioristas del Metropolitano y recordándosele a las directivas del Rojiblanco que esta eliminación por Copa Colombia 2023 es el tercer fracaso de la temporada, siendo los dos anteriores el adiós de la Copa Sudamericana en primera fase y el no llegar ni a cuadrangulares finales de la Liga Betplay-I.

Ahora, con el nuevo descalabro que pasó la noche de ayer miércoles, el que se suma a la pésima campaña que adelanta en Liga-II, donde ocupa los últimos lugares de la tabla y solo ha sumado 3 puntos de 15 en disputa, surge la pregunta: ¿Ahora sí será el último baile del ‘Bolillo’?

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