Amenazas de envenenamiento hacia el primate rondaban el sector.
“Lo van a envenenar”, era la constante advertencia que lanzaban algunos ciudadanos al Establecimiento Público Ambiental Barranquilla Verde ante la presencia de un mono cariblanco en el centro de Barranquilla, Atlántico.
En entrevista para Impacto News, Daniel Pardo, veterinario de Barranquilla Verde, contó sobre esta situación y la amenaza que, al parecer, se hizo realidad el domingo 17 de julio, día en que el animal fue hallado sin vida.
“La primera vez que nos hicieron el reporte fue hace 15 días, más o menos, el animal se encontraba en el tercer piso de una obra de construcción cerca al Hospital de Barranquilla, intentamos hacer captura manual de este, pero el animalito se nos escapó”, indicó.
Una semana después el establecimiento volvió a recibir un reporte, por ello, se dirigieron al lugar en compañía de la Policía Ambiental, pero al llegar ya el mono no estaba allí.
“El segundo reporte fue a cinco cuadras del edificio en construcción y en esa segunda oportunidad nos avisaron que se movía mucho, llegaba a muchos techos del sector, pero no permanecía ahí”, agregó el profesional.
Pardo aseguró que pese a la gestión de la organización, no se pudo hacer nada para rescatar al primate y que aunque la zona del reporte queda lejos de la entidad, en dos ocasiones más fueron hasta allí para ver si podían dar con él.
“La zona era muy compleja y nos dificultaba muchísimo la captura, además, el animal no se acercaba mucho a las personas. Sabíamos que iba a ser un proceso largo porque el sector es complicado y los ciudadanos fueron reacios a la comunicación; muchos dijeron que lo iban a envenenar, que nos lo lleváramos rápido“, dijo.
La Secretaría de Salud le informó al veterinario sobre un ciudadano que, posiblemente, fue mordido por el mono cariblanco, pero esto no ha sido esclarecido del todo pues las personas del sector no le reportaron que estuviera haciendo daño o hubiese lastimado a alguien.
Para intentar capturarlo, el EPA le solicitó a los ciudadanos que no le dieran alimentos al animal, con el fin de que cayera en las jaulas de trampa con comida.
“Fue complejo por las zonas, los tejados, la infraestructura era complicada. Nosotros íbamos a implementar una trampa en uno de los edificios donde dijeron que llegaba con frecuencia, pero no se pudo y ayer a las 4:30 p. m. nos enviaron la foto del animal fallecido“, contó el portavoz.
Y ese fue el desdichado destino del mono, posible víctima del tráfico de fauna que tanto carcome la riqueza ambiental de Colombia. Daniel Pardo aseveró que los ciudadanos señalaron a los funcionarios del establecimiento de no actuar a tiempo y manifestó:
“Es una situación muy complicada y las personas creen que capturarlo es muy fácil. Mi mensaje a las personas es que no fomenten el tráfico de estas especies, que no los tengan como mascotas, muchos de estos animales son tenidos en situaciones deplorables y hay oportunidades como en estos casos donde se escapan de sus tenedores y los animales no tienen la culpa, sumado a que la gente es muy intolerante“.
Finalmente, recordó que el tráfico y la tenencia de cualquier animal de la fauna silvestre nacional como mascota tiene repercusiones penales, dado que este tipo de acciones representa un gran daño para el ecosistema.
“En el centro me dijeron que una señora se lo había llevado y no sabemos más al respecto, no pudimos hacer necropsia ni evidenciar qué le había pasado, lo más seguro es que lo hayan envenenado“, informó Pardo.
Es importante solicitarle a la ciudadanía su grano de arena en la lucha contra el tráfico de estas especies y si conoce sobre un caso similar informar a Barranquilla Verde llamando al 3173682850.
Informe: Laura Rocco
