El estadounidense Robert Prevost asume el mando de la iglesia Católica en reemplazo del recién fallecido Jorge Mario Bergoglio, quien en vida era devoto al fútbol y al equipo San Lorenzo de Argentina.
Por: Iván Peña Ropaín.
La imagen dejada en la tierra por el papa Francisco, quien falleciera el pasado 21 de abril en Roma, Italia, transciende más allá de ese amor puro por la humanidad, por su gran humildad y por su forma de desinhibida de ver y vivir la vida. A este lo apasionaba el fútbol, como buen argentino, siendo en vida un fervoroso hincha del San Lorenzo de Almagro de su país.
Mucha expectativa había producido entre los millones de católicos que habitan el planeta por saber quién sería escogido como su reemplazo, misterio solucionado tras el cónclave que se efectuó el jueves 8 de mayo en Ciudad del Vaticano.
Ese fue el estadounidense Robert Prevost, de 69 años, el papa número 267 en la historia del catolicismo y a quien nombraron León XIV. En su primer discurso público ante miles de feligreses que se ubicaban en la plaza de San Pedro, dio una afable impresión entre las millones de personas que también lo veían por televisión.
Pero que esa tranquilidad y seriedad esbozada por Prevost que no los engañe, pues entre sus gustos terrenales el deporte también tiene su espacio, y aunque este no es por el fútbol como su antecesor, igualmente lo es por una disciplina que atrapa miles de miradas y que tiene reconocidos torneos a nivel mundial.
Se trata del tenis, señalando al respecto en una entrevista que concedió en 2023: “Me considero un jugador de tenis amateur. Desde que dejé Perú, he tenido pocas ocasiones de jugar, así que estoy deseando volver a la pista. Este trabajo no me ha dejado mucho tiempo libre”.
Pero León XIV, al igual que Francisco, asimismo es fans de un equipo, pero de béisbol. Según el medio ABC News, es seguidor de los Chicagos Cubs, novena que representa a la ciudad estadounidense que lo vio nacer, Chicago, y la que horas después de que fuera nombrado papa le extendió su felicitación en redes sociales.
