En este hórrido 2022 uno de los que más sufrió fue el juniorista, que alzó su voz de protesta en el Metro.
Por: Iván Peña Ropaín.
Luego del fracaso consumado por Junior de Barranquilla la noche del miércoles 23 de noviembre en su casa estadio Metropolitano, esa que en esta temporada 2022 fue vilmente mancillada en muchas ocasiones por varios equipos, el sentir de aquella golpeada, triste, furibunda y decepcionada hinchada juniorista se resumió en una simple pero vehemente pancarta colocada durante todo el partido frente Santa Fe de Bogotá en la Tribuna Alta de Occidental y en la que se leía, con un comienzo ortográfico no aceptado por la RAE, pero claramente, el siguiente mensaje: “Ke se vayan todo$”.
En el mismo aparecía dibujado el signo peso, el cual hace énfasis a que la mayoría de los jugadores cobran enormes sumas de dinero y, sin embargo, poco o nada le dieron en materia deportiva a la institución barranquillera, así como mínimas alegrías a una afición que se alejó más del estadio por culpa del menesteroso fútbol que juegan.
Tal mensaje de reprimenda contra un plantel de jugadores que es el más caro en la historia del Tiburón y el más costoso del fútbol colombiano actualmente, es lo que parece ocurrirá en los próximos días. Y no es para menos, pues no lograron ni la Liga-I ni la Copa Sudamericana ni la Copa Colombia ni la Liga-II.
Eso sin mencionar a profundidad que el nivel futbolístico a modo individual y colectivo “no dio chicle” ni con Juan Cruz Real ni con Julio Comesaña ni en el partido de anoche en el que debutó Arturo Reyes, que si bien apenas asume la dirección técnica, en cancha los jugadores mostraron esa misma abulia y falta de vida que exhibieron en gran parte del 2022, principalmente, en este último semestre.
Igualmente, las palabras dadas por el nuevo DT Rojiblanco en la rueda de prensa después del compromiso en el que perdieron 3-2 con Santa Fe vaticinaron el duro, pero real mensaje emitido por la hinchada la noche del miércoles 23 de noviembre en el Metro. Esto dijo Reyes:
“Estamos buscando jugadores que sientan esta camiseta, que defiendan la institución, puede que en ese listado hayan jugadores que ya pasaron por la institución. Junior tiene que equivocarse lo menos posible en los jugadores que llegan”.
Entre ese listado de futbolistas, de acuerdo a las informaciones extraoficiales que se han manejado todo este tiempo, los jugadores que ocupan los primeros lugares en salir del equipo, más que todo, por su bajo rendimiento, son: el venezolano Luis ‘Cariaco’ González, los caucanos Nilson Castrillón y Edwin Velasco, el vallecaucano Edwin Cetré, los cartageneros Yesus Cabrera y Omar Albornoz, los caleños Daniel Giraldo y Fabián Viáfara, los chocoanos Carmelo Valencia y Didier Moreno, el argentino Fabián Sambueza, y los recién contratados: el argentino Iván Rossi y el caucano Yeison Gordillo.
Otro de los que se quitaría la Rojiblanca, aunque para muchos sea lo lógico y para otros no, es el portero uruguayo Mario Sebastián Viera; el jugador con más títulos en la historia de Junior y uno de los ídolos del Tiburón pero el que, por su paupérrimo rendimiento en el último tiempo, ha dejado un manto de duda sobre su continuidad, además que en esa posición el elenco barranquillero urge de una renovación.
De preguntarse por jugadores como el pereirano Fernando Uribe, este, según había dicho Arturo Reyes en su primera rueda de prensa una vez fue oficializado como técnico en propiedad: “Quiero contar con Fernando Uribe si se alcanza a recuperar. Jugó pocos partidos y marcó varios goles. Es difícil conseguir un delantero así”, lo que quiere decir que estaría en los planes de Junior para el 2023.
Situación similar, sin que lo hayan mencionado ni directivas ni cuerpo técnico, pasaría con el carrilero medellinense Fredy Hinestroza, quien se encuentra lesionado en estos momentos y del que no se ha mencionado aún nada sobre una posible salida.
En fin, lo ´único cierto acá es que ese mensaje escrito en la pancarta colocada en Occidental Alta necesita ponerse en marcha lo más pronto posible, vaya la hinchada a saber si serán a todos los que despidan las directivas, pero si que se dé un gran barrido para que la casaca de Junior de Barranquilla se la pongan jugadores que quieran dejar hasta la última gota de sudor en cancha, preferiblemente, tal y como lo viene pidiendo la maltratada hinchada, que en su mayoría sean buenos futbolistas de la región caribeña.
