La víctima dejó a tres niños en casa esperando su regreso.
Accidente de tránsito cobró la vida de Emilio Villarruel de Hoyos en la madrugada del lunes 25 de julio en el municipio de Soledad, cuando iba rumbo a su casa, luego de departir con unos amigos.
El siniestro vial se registró a la altura del puente de la calle 30, Emilio conducía su motocicleta cuando un furgón chocó con él. Gleinis Cantillo, pareja de la víctima, contó sobre los hechos:
“Un muchacho que estaba en el accidente encontró en una libretica el número de un cliente y el cliente me llamó a mí a las 5:00 a. m. Murió ahí mismo, del miso golpe quedó ahí, venía bajando el puente de la 30 y venía el furgón de prisa, lo tropezó, se lo llevó, lo mató y se fue a la huida“.
Villarruel de Hoyos era el segundo de cinco hermanos, vendía raíces chinas, residía en el barrio Villa Adela y convivía desde hace 14 años con su pareja, relación de la cual nacieron tres hijos, dos varones que hoy tienen 5 y 10 años, respectivamente, y una niña de 6, quienes no logran comprender el porqué de esta tragedia.
“Lo están llorando, anoche no pudieron ni dormir llorando al papá, preguntaban que dónde estaba, que por qué Diosito se lo llevó; él era muy amoroso con sus hijos. Teníamos muchos planes de montar una casa arriba donde la mamá, de salir adelante con el negocio que él tenía”, dijo Gleinis Cantillo.
Finalmente, la mujer le hizo un llamado al conductor que arrolló a su esposo: “Esto es muy duro, no me lo esperaba, ni siquiera me imaginaba lo que me está pasando. Al chofer le diría que recapacite, que tenga corazón, que es un ser humano al que dejó tirado ahí, que tenía a su familia, a su mamá”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
