Enot Rafael Lindo Ruiz se encontraba a las afueras de Medicina Legal a la espera de que le entregaran el cuerpo de su hijo Rafael Lindo.
El asesinato en medio de un atraco de Rafael Hernán Lindo Vargas, de 25 años, en el barrio Villa Carolina, al norte de Barranquilla, el pasado sábado, ha causado conmoción entre la ciudadanía y sus coterráneos en Riohacha, La Guajira, de donde era oriundo.
Su partida ha dejado un vacío entre sus familiares, quienes se acercaron hasta Medicina Legal en el barrio Los Andes, para que les entregaran el cuerpo y poder trasladarlo hasta Riohacha, donde le darán el último adiós en medio de las honras fúnebres.
En medio de esa espera, Enot Rafael Lindo Ruiz, padre del joven ingeniero industrial asesinado, contó detalles de lo ocurrido y de su vida personal, agregando que su hijo terminó su carrera universitaria en la Universidad Autónoma del Caribe, en Barranquilla, y recientemente finalizó una Especialización en Procesos Documentales en la Universidad Libre. Además, actualmente laboraba en la Clínica Altos de San Vicente de la capital atlanticense.
“Mi hijo no era gente de beber o de parrandear, él era una persona de su trabajo, de sus estudios, de su casa, amoroso con su familia y amigos. Era mi sostén, mi mejor amigo, mi motor, pero ese miserable le arrebató la vida”, dijo el progenitor de la víctima en medio de ese dolor que reflejaba.
Rafael Hernán Lindo fue asesinado sobre las 10:00 de la noche del pasado sábado 9 de diciembre en la calle 73 con carrera 91, barrio Villa Carolina, cuando llegaba junto a su madre a la vivienda donde residía tras salir a comer a un restaurante unas horas antes. Allí fueron abordados por un delincuente, quien intentó arrebatarle sus pertenencias, pero, al parecer, el joven se resistió y el sujeto le propinó un disparó que acabó con su vida unos minutos más tarde en la Clínica Niño Jesús.
Enot Lindo relató que su hijo llegó a Barranquilla a cumplir dos sueños, el primero, convertirse en un ingeniero profesional, y, el segundo, ser futbolista, aunque detalló que se “enamoró” tanto de su carrera que el otro sueño quedó en segundo plano. “Hace dos años se encontraba laborando y disfrutando de los frutos de sus esfuerzos”, manifestó.
Adicionalmente contó que su hijo Rafael Hernán era muy querido donde quiera iba, destacándose por su personalidad alegre, entusiasta, sencilla y ocurrente. “Era un líder, todos sus compañeros estuvieron acá. Ahora, de aquí lo llevaremos a la funeraria, donde ellos le darán el último adiós y luego lo trasladaremos a Riohacha, que el barrio Villa Comfamiliar lo espera también”, afirmó el padre del occiso.
Finalmente, hizo un llamado a las autoridades administrativas del país y a la Policía Nacional, para que profundicen en las investigaciones y el crimen de su hijo no quede impune, adicionando que esta situación demuestra que deben mejorarse las “políticas de seguridad” en el país.
“Esto nos demuestra que debería haber una política de seguridad mucho más robusta, porque hay que cuidar la ciudadanía, estamos viendo cómo somos víctimas. Mi hijo era una persona de bien, trabajadora, que le aportaba al país y ese delincuente le arrebató la vida. Prácticamente estamos presos en nuestras casas”, concluyó el quebrantado padre de familia.
Informe judicial: Luis Ángel Terán y Alexander Ojito-El ojo de la calle
