Este joven ‘rapero’ y reguetonero, identificado en sus redes como @estayl_oficial, dio un viro total a su vida, siendo contactado por productores y alistando su primer trabajo musical para marzo próximo.
Por: Iván Peña Ropaín.
“Yo no soy de por aquí, yo soy muy barranquillero… yo no soy de por aquí, yo soy muy barranquillero, nadie se meta conmigo, que yo con nadie me meto”. Esa espléndida estrofa de aquella atávica canción entonada por el apodado ‘Pollo barranquillero’, Nelson Pinedo, con la entonces mundialmente conocida orquesta cubana ‘La Sonora Matancera’, es el consonante refulgir de un joven ‘currambero’ que en el arte del reguetón, ‘rapeo callejero’ y dembow se ha abierto paso en un complejo y escabroso hábitat de cemento como lo es Medellín.
Y ese ‘quillero’ es Delkin Enrique Sánchez Barón, quien poco a poco empieza a doblegar esa indómita ciudad donde este tipo de géneros musicales urbanos poseen un variado abanico de posibilidades, pero los que para domeñarlos y posteriormente poder disfrutarlos, deberás dejar correr por tu frente hasta la última gota de sudor y dar hasta el último suspiro, todo ello en medio de una inquebrantable paciencia a la que por regla de tres se deberá apelar, tal como lo cuenta el protagonista de esta historia.
Delkin Sánchez, sacramentado con el nombre artístico ‘Estayl Barranquilla’, es uno de esos muchos jóvenes que ante la falta de oportunidades en su terruño, por más que lo amen y no quieran nunca desprenderse de él, se ven obligados a emigrar a parajes foráneos para cumplir sus sueños y buscar una mejor calidad de vida.
“Así es, mi brother. A mi ciudad la llevo y llevaré siempre en el corazón, y por ello en mi calificativo urbano la nombro, pero a veces así son las cosas de la vida, uno no es profeta en su tierra”, comenzó diciendo con voz segura a Impacto News, empero sin ocultar en sus palabras la morriña que aún lo embargan por haber dejado su pueblo natal.
Hace un año, marcando en su registro de vida sus 20 primaveras y ahora contando con 21, a raíz de la agresiva desempleabilidad que lo golpeaba y las puertas cerradas con candados que no vislumbraban señales de abrírsele en su Curramba, no la pensó más, empacó maletas y, manifestándoles un adiós y una promesa de que triunfaría a su familia, tomó vuelo terrestre de su casa en el barrio La Sierrita, al suroriente de la capital del Atlántico, hacia un nuevo y ambiguo destino. Delkin estaba motivado por sus sueños pero también por aquella mano amiga de ‘Efrén’, un venezolano que conocía desde años atrás y quien lleva un buen tiempo viviendo en la capital de La Montaña, ganándose la vida allí por medio del talento que expone con su guitarra.
Para ‘Estayl’, tan de la Arenosa como el Hospital de Barranquilla, en el barrio San Roque, donde nació, el cambio de cultura sin duda lo inquietaba, más no le flexionaba su creencia. El confiar en él y su fe puesta en Dios, aunque teniendo claro que “se vendrían momentos en los que el barro se pondría más duro de lo que estaba”, lo mantenían impertérrito en su deseo de darle un viro total a su existencia.
Se fue con su corazón rasgado, más no quebrado, por dejar a sus espaldas a bordo de aquel bus que lo conducía hasta Medellín a su mamá adoptiva y madrina, Linda Martínez, a sus hermanas Loren Martínez y Zuly Escorcia Barón y a sus pequeños sobrinos, los seres más preciados para él sobre la faz de la tierra.
No obstante, quien pasara en su época estudiantil por los centros educativos barranquilleros Sagrado Corazón y Brisas del Río, logrando luego terminar su bachillerato en el colegio Jesús de Nazaret tras sortear las dificultades de todo tipo que la vida le puso al frente, jamás dibujó con total certeza en su mente expectante y deseosa a la vez, que en tan solo el año que llevaría residiendo en su nueva orbe la suerte voltearía su encriptada mirada hacia él y empezaría a esbozarle una ingrávida sonrisa.
“Sin dudas, man (risas). Uno cuando se aventura a buscar su futuro siempre tiene el positivismo de que las cosas saldrán, pero en el fondo, bien en el fondo, está ese temor humano y natural porque las cosas no salgan bien y termine uno peor de como estaba”, comentó este joven que al pisar la entraña de los paisas, de “one”, como lo precisa él, inició su periplo callejero cantando y ‘rapeando’ en las diversas líneas de buses que recorren esa capital.
Su nueva vida arrancó en el barrio Prado Centro, logrando mantenerse y subsistir con las propinas que juntaba cada que se aventuraba a la calle, pasando luego por diversos sectores medellinenses a medida que la situación monetaria mejoraba “alguito”.
De tajo se topó con una percepción bastante disímil a la que muchos tienen: “Medellín es la mata de las oportunidades de forma rápida”. La vida en esa enorme “selva de cemento” en la que el regionalismo también juega un papel en contra de quienes no son de allá, más si se es costeño, le mostraba que debía lucharla el doble que en su amada Barranquilla, alebrestándose durante muchas noches y amaneceres por los inclementes óbices que le aparecían en el camino, aunque ese credo en Dios y en él al final no le dejaron marchitar sus sueños.
“Mani, me ha tocado remar bastante, y aunque todavía no tenemos algo bien consolidado, el plan va por buen camino, gracias a Dios, primero que todo. Acá se debe tener una economía buena para saber sacarle provecho a las oportunidades que hay, que abundan, pa’ qué. Sin embargo, todo se da mejor poseyendo un buen capital”, indicó a este medio ‘Estayl Barranquilla’, reconociendo al tiempo que la tierra que lo adopta y donde muchos ya lo comienzan a distinguir, le ha aportado muchísimo a lo que lleva en la construcción de su trayectoria musical.
“El día de mi suerte”, de su ídolo Héctor Lavoe
En ese trasegar de su nuevo estilo vida montándose en buses, recorriendo parques, efectuando interpretaciones en algunos eventos callejeros y hasta caminando por sectores exclusivos del ostentoso barrio El Poblado en busca de los signos pesos fue donde, la mañana del miércoles 6 de diciembre de 2023, “el día de mi suerte” de la que hablaba el cantante puertorriqueño Héctor Lavoe comenzó a sonreírle, precisamente, gracias a otro músico boricua, el ‘reguetonero’ Carlos Crespo Planas, reconocido en el género del reguetón como ‘Ñejo’.
Atisbando qué grupo de turistas abordar para ‘rapearle’, lo que consiguió en un par de ocasiones, sus pies lo condujeron hasta un local de la distinguida marca de café colombiano Juan Valdez, donde casi siempre el pago por la exposición de su talento le deja buenos dividendos.
“Mi hermano, yo llegué como siempre, tirando mi lírica improvisada (risas). Loco, yo comencé a cantarles a las personas que estaban en el interior del lugar, desde afuera, sabes, porque no me gusta incomodar irrumpiendo en sitios privados. Cuando de repente me percaté de un ‘man’ que de perfil se parecía a ‘Ñejo’, quien estaba acompañado de otras personas. Me corrí un poco más para visibilizarlo mejor, y efectivamente, era el propio ‘Ñejo’, un monstruo en esta industrial musical”, narró ‘Estayl’ a Impacto News con brillo en sus ojos y pletórico como si estuviese viviendo ese momento nuevamente.
Comprobada su sospecha, el nervio lo invadió hasta tal punto que quiso paralizarlo. Eran cuestiones no de segundos, sino de milésimas de segundos, que tuvo para decirse si se dejaba vencer por el miedo y de este modo ver volar el buen escenario que le puso la vida, que hasta ese momento no había sido nada afable con él, o si sacaba a flote la entereza que lo caracteriza para impresionar y, por qué no, intentar lograr algo de parte de ‘Ñejo’.
Y qué mejor forma de explicarlo que como lo detalló el propio ‘Estayl’: “Mi ‘llave’, saqué toda esa pasión que tengo dentro de mí por este ritmo y me lancé con todo a cantarle a él y a sus acompañantes. Concentré mi mente, sin perder de vista la mesa en la que estaban, para que las palabras conectaran con el mensaje que emitía, no se me podía escapar esta primera y única oportunidad que sabía tendría”.
Todo inició, como lo describió este joven ‘currambero’, en total calma y sin mayores expectativas por parte del agasajado (Ñejo), pero girando todo súbitamente cuando el laureado ‘reguetonero’ puertorriqueño tomó su celular y empezó a grabarlo, asintiendo con su cabeza por la destreza y creatividad con la que ‘Estayl’ improvisaba.
“No quise mencionar su nombre porque no quería que otras personas que estaban alrededor se dieran cuenta de que él estaba ahí y le comenzaran a pedir fotos y terminaran dañándole el desayuno que degustaba, pero tampoco porque no quería que me empañaran el momento de gloria que tenía yo (risas)”, anotó también respecto a lo que vivió en ese instante de su vida, el que calificó como una bendición de Dios, ya que no a todo cantante urbano informal se le da algo similar.
Pero ahí no paró la cosa. Acabada la presentación callejera, el internacional cantante de reguetón se levantó de su silla e hizo ingresar al sitio a Delkin, a quien felicitó, pidió su número de celular y le manifestó que montaría en su Instagram, donde a ‘Ñejo’ lo siguen más de 3 millones de personas, el video que le grabó, lo que sin duda le daría un brinco a su imagen, carrera y sueño.
Evidentemente, ese ‘boom’ en sus redes sociales se produjo, y en tan corto tiempo, significando ello para ‘Estayl Barranquilla’ el preámbulo de muchas cosas buenas que se le venderían. Antes de que finalizara tan magnífico y perenne mes de diciembre del 2023, pasó de menos de 100 seguidores que tenía en Instagram a casi 8.000, incrementándose esa cifra con el correr de los días y continuando en aumento.
“Amigo, a partir de ahí hablo en ocasiones con ‘Ñejo’, el me aconseja y me dice que su mano amiga está ahí, pero que quiere verme más formado, más preparado, que esperará a que tome algo más de tiempo para que coja más público”, sostuvo este artista urbano barranquillero, anexando que, contrario a lo que muchos piensan, ‘Ñejo’ no lo ayuda con dinero, sino compartiendo en sus redes los trabajos en estudio que ha empezado a realizar de manera profesional, dándole publicidad y sin cobrarle ni un peso. “No tengo más que miles de agradecimientos para con él,” agregó feliz ‘Estayl’.
Lo que sí hizo ese estallido fue abrirle aquellas puertas que en su acre pasado él creía, pese a su consistente fe, nunca se le abrirían, especialmente cuando el panorama se tornaba más nublado y sin un ápice de luz a la distancia.
“Brother, mi crecimiento profesional va bien, gracias a Dios. He recibido llamadas de estudios y productores, grabando en estos momentos con el estudio Pirlo, acá en Medellín. Recibo apoyo de ‘Efrén’ y ‘Conexión urbana’, quienes están ahí en todo momento. También menciono a Domingo Figueroa y ‘El Potel’, a los que igualmente les doy crédito por este repunte que tiene mi vida”, precisó ‘Estayl’.
Es tal lo que ha traído consigo ese “día de su suerte” con ‘Ñejo’ para quien aparece en sus redes como @estayl_oficial, que tres meses después, ahora en marzo, estaría sacando al mercado su primera producción a modo profesional y con todos los pergaminos de una productora y en la que los amantes a este género musical podrán degustar temas como: ‘Relax-estayl’, ‘Contesta nio jisxe’ y ‘Ft estayl’.
Esfumándose la entrevista a la distancia, volvió a recordar con nostalgia a su adorada Puerta de Oro de Colombia, a la que ansía volver pronto pero siendo un importante personaje en la industria de la música. Delkin Enrique Sánchez Barón, el popular ‘Estayl Barranquilla’, se fue despidiendo mencionando que tiene claro que el camino que lo conducirá al éxito será igual de duro que el que venía caminando, aunque más llevadero porque hoy día cuenta con las herramientas necesarias para que su don se difunda con mayor ímpetu y alcance a nivel local, nacional y, quién dice que no, internacional.
“Gracias, Impacto News, por estar pendiente a aquellos barranquilleros que son del común y corriente, esos que no poseen las ‘palancas’ por apellidos o amigos políticos para lograr visibilidad. Solo espero, con la ayuda de Dios, primeramente, que pueda conquistar mi sueño, el cual también cristalizaré con el apoyo de mi público, y como sé que este artículo lo verán en este medio de comunicación de mi ciudad, que se sumen muchos más paisanos y me brinden todo su respaldo, porque no solo soy ‘Estayl’, al final soy un embajador de mi amada Barranquilla, la que siempre portaré en mis venas y representaré esté en el lugar que esté. Saludos a mi familia allá en La Sierrita y muchas bendiciones”, concluyó con voz esperanzadora este, como él mismo lo expresó, diplomático de la Arenosa.