El mandatario de la República respondió a lo señalado por el exfuncionario, cuestionando y calificando la misiva como un “insulto”.
El exministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva es tendencia este 23 de abril en Colombia, luego de revelar públicamente una carta que dirigió al presidente Gustavo Petro, donde habla francamente de su paso por la Cancillería y le cuestiona sobre algunas acciones y comportamientos que hasta hoy se atreve a proyectar bajo el foco nacional.
En la misiva de cuatro páginas, Leyva expresó sentirse preocupado por las últimas decisiones que ha tomado el jefe de Estado, considerando que lo han afectado en lo personal y consecuentemente a todo el país.

Asimismo alegó que el discurso de campaña de Petro lo entusiasmó, pero ya siendo funcionario del alto nivel Ejecutivo se dio cuenta que tenían ciertas discrepancias y que la comunicación del presidente con algunos de sus ministros era nula, mientras que con otros era muy cercana y confidente. Esto diluyó su efusividad inicial.
Seguidamente, explicó que ya como canciller trató muchas veces de dialogar con el presidente Petro, pero en el camino apareció una vieja conocida por ser la mano derecha del mandatario: Laura Sarabia, quien hoy ostenta ese cargo, pero para la época era directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), encargada de agendar citas y encuentros entre el jefe de Estado y sus funcionarios.
“Asumí la Cancillería con ánimo desprevenido, con deseos sí de lucirme buscando que usted alcanzara ser un líder continental y una esperanza mundial. Pero me sorprendió desde un comienzo que no nos pudiéramos sentar en ningún momento para trazar la política exterior del Estado. Cuando iba a buscarlo la señora Sarabia conocida de autos me hacía esperar por horas con la excusa de que usted eventualmente me recibiría. Tantas veces ocurrió lo mismo que finalmente comprendí que ella era la dueña de su tiempo, de algunos quehaceres suyos y que, además, le satisfacía algunas necesidades personales“, mencionó en la carta.
“Una vez inicié mis funciones, me di cuenta prontamente que usted no hablaba recurrentemente con sus ministros. Casi nunca. Encontré que su círculo de confianza era bien reducido. Entre los ministros lo comentábamos. Yo, el mayor, me convertí en escucha de varios. El que más me insistía en que le ayudara a hablar con usted fue su primer ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación. Se dice que en la primera crisis usted lo remplazó sin haberlo recibido”, continuó.

Leyva también se refirió a Armando Benedetti, hoy ministro del Interior, pero a quien para la época nombró como embajador de Colombia en Venezuela por instrucciones expresas del presidente Petro. Señaló que este no quería aceptar la designación, pero finalmente la tomó aunque un poco indignado, ya que quería un cargo de mayor poder en el Gobierno.
“Me correspondió nombrar a Armando Benedetti como embajador en Venezuela. Me dijo usted que hablara con él. Lo cité a mi apartamento. No quería aceptar la designación. Aspiraba a trabajar en una posición importante en Colombia. Quizá como un eventual ministro. Como si yo estuviera al tanto de sus problemas personales me manifestó que el doctor Miguel Bettín ya lo tenía al otro lado. Lo comentamos. Comprendí por todo lo que manifestaba que estaba adicto a las drogas. Bettín gran profesional de enorme reputación. De mi entrevista con Benedetti concluí que se trataba de un enfermo. Sigue igual señor Presidente”.
Y siguió: “El enredo de las grabaciones de voz (Sarabia-Benedetti), dadas a conocer por la revista Semana en junio de 2023 sigue manteniendo en vilo su gobierno; y actualmente mucho más por las informaciones suministradas el pasado miércoles 16 de abril por su canciller desde Osaka, Japón. Lo que demuestra una vez más que usted sigue siendo víctima de esos cuestionados funcionarios. A lo que se suma que usted no ha logrado escapar de la personalísima trampa que lo destruye siempre más. Grave sin duda estimado Presidente. Sí, le guardo estimación”.

Posteriormente, el excanciller hizo un señalamiento que a muchos ha dejado perplejo y preguntándose: “¿en manos de quién estamos?”. Reveló que en París, durante una visita oficial, descubrió que el presidente Gustavo Petro “tiene problemas con las drogas”, aunque no hizo hincapié en cual de todas.
“Los recuerdos que todavía tengo frescos de episodios ocurridos siendo yo el primer testigo, me producen aún desazón y desconcierto. Uno de ellos, la ocasión en que usted se desapareció dos días en París durante una visita oficial. Como si inteligencia francesa fuera incompetente como para no haber conocido su paradero. Momentos embarazosos para mí como persona y como su canciller. Y mucho más cuando supe en dónde había estado. Me apena decirlo hoy -tarde ciertamente-, pero por esa época ya tenía conocimiento de episodios suyos de similar comportamiento. Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción. ¿Pero qué podía yo hacer? Seguro fui inferior. Lo he debido aproximar, ayudar, asistir oportunamente. Guardo en mi interior la pena de no haber intentado extenderle la mano. Lo cierto es que nunca se repuso usted. Es así. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar“, aseveró Leyva.
A través de este señalamiento, el exfuncionario de la cartera diplomática hizo saber que por ese motivo el presidente Petro se desaparecía, llegaba tarde o de forma inaceptable incumplía su asistencia a eventos de mucha relevancia nacional; además de viajes carentes de sentido, frases incoherentes, cuestionadas compañías según algunos y otros descuidos.
“Bien se sabe que ha caído usted en muy frecuentes tiempos de soledad, ansiedad, depresión y otras manifestaciones de difícil superación, algunas de alto riesgo. Todo conocido por bocas muy cercanas a usted que lo quieren, lo estiman, que se sienten vinculados en lo personal pero que no saben qué hacer. Conocen y conocen, pero su desconcierto por sentirse impotentes los apabulla”, apuntó al mandatario de la República.

En el final de la misiva, Álvaro Leyva sostuvo que las últimas intervenciones del presidente han sido desatinadas y salidas de la realidad al querer culpar a sus contradictores de todo lo malo que se presenta en su gobierno. Sin embargo, fue enfático al expresar que el descarrilamiento se debe a algunos funcionarios que lo acompañan en el poder y que manejan a sus anchas las riendas del país, entre ellos Armando Benedetti (ministro del Interior); Laura Sarabia (canciller) y Ricardo Roa (presidente de Ecopetrol).
“Por lo pronto presidente desvincule a quienes han abusado de usted, que se han aprovechado de su complejísima situación y que le han hecho y continúan haciéndole terrible daño. Tan evidentes son que están en boca y mentes de cientos de miles de compatriotas: El presidente de Ecopetrol, Benedetti y la señora Sarabia. Dícese de ellos que lo tienen secuestrado. Créame que con esa medida adelantaría en algo la solución. Colombia requiere la unión, no la confrontación caótica alimentada desde la jefatura del Estado, presidente. Evitemos entre todos un incendio social. Es posible”, aseguró Leyva.
Breve respuesta y cuestionamiento del presidente Petro
Frente a todos estos señalamientos, el máximo gobernante del país cuestionó que la única manera para que la prensa publique cartas, “es insultándole”.
Asimismo, hizo énfasis en la acusación del problema de drogadicción que aparentemente Leyva descubrió durante su visita a París. Manifestó Petro que si acaso no podía realizar otras actividades en la capital de Francia además de su función gubernamental y anotó que parte de su familia reside en esa ciudad europea.
“No solo habla mal del escritor, sino de la prensa. ¿Es que París no tiene parques, museos, librerías, más interesantes que el escritor, para pasar dos días? Casi todo en París es más interesante. ¿Es que acaso no tengo hijas y nietas en París, muchísimo más interesantes que el escritor?”, sentenció.
Informe: Luis Ángel Terán
La única manera para que la prensa públique cartas, es insultándome. No solo habla mal del escritor, sino de la prensa.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 23, 2025
¿Es que Paris no tiene parques, museos, librerias, más interesantes que el escritor, para pasar dos días? Casi todo en París es más interesante.
¿Es que acaso…