La menor venezolana de 15 años cursaba noveno grado en el Liceo Celedón. Según sus profesores, parecía ser una joven alegre.
Alrededor de las 3:00 a. m. del pasado 7 de marzo María Virginia Rodríguez Porto, de 15 años de edad, fue hallada sin vida en la sala de la vivienda donde residía, en la carrera 10 con calle 3 del barrio Pescaíto, de Santa Marta, Magdalena.
La adolescente cursaba noveno grado en la Institución Educativa Distrital Liceo Celedón, desde donde sus profesores la describieron como una joven “normal”, “alegre” y que se destacaba en la parte académica.
Rodríguez Porto era natural del estado de Zulia, en Venezuela, pero desde hace cuatro años había venido a vivir con su familia a Colombia. Todo apunta a que la menor sufría depresión y no había recibido apoyo para luchar contra esta, por lo que decidió ponerle fin a su vida, mediante ahorcamiento, trágica escena descubierta por sus padres.
Pocas horas antes de los hechos, María Virginia había compartido publicaciones con frases fuertes que ahora cobran sentido, aunque ya sea demasiado tarde: “Te ves cansado, hermano, quiero morir”, “El día de mi muerte no quiero llantos”, “Nunca nadie se queda a mi lado, así que no te sientas mal si quieres irte”.
“Qué tristeza niña hermosa, qué triste noticia, desde pequeña fuiste muy feliz y llena de vida, como da tantas vueltas la vida. Qué tan triste pudiste haber estado para llegar a estos extremos. Dios te reciba en lo más bonito del cielo“, expresó una allegada de la adolescente.
