La Alcaldía del municipio también sufrió afectaciones. Un grupo grande de guerrilleros se tomó el pueblo durante varias horas.
El municipio de Buenos Aires, en el norte del Cauca, vivió este martes una jornada de terror tras un prolongado ataque armado atribuido al frente Jaime Martínez de las disidencias de las FARC, bajo el mando de alias Iván Mordisco.
El hostigamiento, que inició en la madrugada y se extendió por más de siete horas, dejó dos policías muertos, varios heridos, familias desplazadas y confinadas, y graves daños en la estación de Policía, la Alcaldía, el Banco Agrario y el hospital local.
El ataque comenzó alrededor de las 5:50 a. m. con explosivos lanzados desde drones y ráfagas de fusil contra la estación de Policía, ubicada en el casco urbano. Posteriormente, se registraron detonaciones en la sede del Banco Agrario –la única entidad financiera del municipio–, que quedó destruida, así como afectaciones en la Alcaldía, viviendas aledañas y el centro de salud. Las autoridades confirmaron la muerte de dos uniformados y al menos cinco heridos entre las fuerzas de seguridad.

Los enfrentamientos entre la Policía, el Ejército y los atacantes generaron pánico generalizado. Habitantes reportaron combates en las calles, obligando a muchas familias a abandonar sus hogares o confinarse.
Más de 200 familias del Consejo Comunitario Cerro Teta permanecen confinadas, mientras el municipio quedó temporalmente incomunicado. Videos ciudadanos muestran columnas de humo y escombros en el centro del poblado.
El alcalde de Buenos Aires, Pablo César Peña, describió la situación como “demencial” y realizó un llamado desesperado al Gobierno nacional: “Por favor, no dejen morir la gente”.
Por su parte, el gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, calificó los hechos como “una agresión directa contra el Estado, la institucionalidad y la vida”, solicitando refuerzos urgentes al Ministerio de Defensa y a las Fuerzas Militares.
El ministro de Defensa Pedro Sánchez ordenó el despliegue de todas las capacidades militares y policiales para contrarrestar la ofensiva, vinculándola al narcotráfico: “Estos son los verdaderos ‘gestos de paz’ de quienes viven de la cocaína”.
Las autoridades reportaron que tres disidentes fueron abatidos en los combates, aunque no se ha precisado el número. La Fuerza Pública repelió el ataque con apoyo aéreo y terrestre, logrando que los guerrilleros huyeran varias horas después de la toma.




