Todo viraría nuevamente si las autoridades vallenatas manifiestan su negativa de recibir el duelo futbolístico barranquilleros vs. samarios.
Por: Iván Peña Ropaín.
¡Qué ires y venires provoca el clásico costeño número 207 que se avecina, empezando todo el rebullicio a inicios de esta semana! Por la fecha 4 de Liga Betplay-II, reza en el calendario de la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor), Junior de Barranquilla y Unión Magdalena se verían las caras en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, el sábado 5 de agosto, desde las 4:00 p.m.
Por ello, desde el pasado lunes 31 de julio, en La Samaria informaban embargados de la emoción que ya estaba disponible la boletería para enfrentar a su archirrival histórico en el fútbol colombiano: el Rojiblanco barranquillero.
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En la publicidad de este cotejo aparecía algo que se había obviado para los últimos duelos entre ambos clubes tanto en esa ciudad como en la Arenosa, como causal de la pelea entre ‘barristas’ de ambas escuadras caribeñas en abril de 2022 en un Unión vs. Junior en el Sierra Nevada, hostilidades que dejaron un muerto y daños materiales de consideración en ese escenario. Lo novedoso era: “Se permite el ingreso de la hinchada visitante”.
Los junioristas que residen en esa capital, así como los que se movilizarían desde la urbe vecina donde habita el Tiburón, tendrían disponibles la tribuna Oriental Alta, cuyo precio sería de 60 mil pesos.
Empero, para la noche del martes 2 de agosto se señaló, en propia boca del presidente del Azulgrana, Alberto Mario Garzón, que el compromiso se daría en el Metropolitano Roberto Meléndez, incluso, que tenía para ello la aprobación de la Dimayor y que solo restaba reunirse con las directivas del Junior y la Policía de Barranquilla para ultimar los detalles.
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Todo estaba claro y hasta casi que definido. No obstante, el miércoles 2 de agosto se esperó porque se diera algún pronunciamiento de la supuesta reunión que Garzón sostendría con la dirigencia ‘tiburona’ y con las autoridades policiales, pero nada de nada.
Lo que sí se produjo fue un anuncio del presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, quien en medio de una entrevista en el programa radial El Vbar Caracol, manifestó que el partido no iría en Barranquilla y sí se jugaría en Santa Marta, alegando unas cuestiones de equilibrio deportivo y precisando que las autoridades de la capital del Magdalena debían garantizar el desarrollo del mismo, así se entrara a discutir si cerraban las fronteras de la ciudad y se prohibía el ingreso de hinchas del Junior al estadio.
No pasaron ni dos horas de saberse que el clásico costeño definitivamente se daría en el Sierra Nevada, cuando un medio de comunicación de la capital del Atlántico consultó sobre el tema tanto al presidente del Unión como al de la Dimayor y, vaya para sorpresa, quien quería que se diera en Curramba y quien ordenó que no saliera de la Bahía más linda América, terminaron proclamando que sería el estadio Armando Maestre Pavajeau de Valledupar el epicentro del cotejo.
Aunque ahora hay que ver si las autoridades vallenatas, tal como lo indicaron Garzón y Jaramillo, aprueban la llegada de este partido garantizando la seguridad y logística.
