El Gobierno estaría considerando retirarse de la mesa si la guerrilla no muestra voluntad de cese al fuego bilateral.
Si bien el Gobierno de Gustavo Petro ha manifestado en todo momento su voluntad de avanzar en el proceso de paz con el ELN, la guerrilla se mantiene en una actitud retadora al considerar que el ejecutivo quiere imponerles el cese del fuego y han condicionado la instalación de la mesa prevista para el 27 de este mes en La Habana, Cuba.
En vísperas de la tercera ronda de negociaciones, la guerrilla es presa de una serie de críticas, en especial por el ataque a un grupo de soldados que dejó a nueve uniformados muertos en la región del Catatumbo, en Norte de Santander. Acción que el comando guerrillero ha catalogado como una defensa a supuestos ataques contra ellos.
Las críticas al ELN de parte del Gobierno, especialmente del ministro del Interior, Alfonso Prada y el Comisionado para La Paz, Danilo Rueda, y la postura intransigente del jefe guerrillero, Antonio García, no presagian un ambiente cordial al interior de la mesa, de esta llegarse a instalar como se tiene previsto.
Paralelo a ello un sector de la guerrilla se ha mostrado en contra de los acercamientos del comando central con el Gobierno, más exactamente el frente de Guerra Occidental.
“No vemos con buenos ojos este proceso de paz y cada día tenemos más interrogantes e incertidumbres”, se dijo desde frente.
Otro sector que ha lanzado críticas al ELN es de la representación de Gobierno en la mesa en cabeza de José Félix Lafaurie, quien cuestionó que mientras se está hablando de cese del fuego bilateral siga habiendo hostilidades sin que se le preste atención debida al tema. “Sin cese de hostilidades no puede haber cese al fuego”, dijo.
