La tragedia ocurrió en la madrugada del 8 de diciembre en Valledupar.
La familia Cabas Cuello disfrutaba el domingo 7 de diciembre de una Noche de Velitas con alegría y unión, en una vivienda del barrio Cañahuate de Valledupar, sin imaginar que, al amanecer, a la 1:00 a. m. del 8 de diciembre, la tragedia tocaría la puerta de su hogar.
Samuel David Cabas Cuello, de 16 años de edad, estudiante de noveno grado, y dos amigos del barrio pidieron que les prestaran un vehículo Mazda para “cargar sus celulares”, sin embargo, sus planes eran otros: ir a bordo del automóvil, al parecer, a la fiesta de una amiga.
“Cuando nosotros nos quisimos dar cuenta, ya los jóvenes se habían ido (…). Cuando nos informaron de este accidente quedamos atónitos. Mi hijo era un joven brillante, excelente ser humano, nunca tuvimos quejas de él, no recuerdo haberle levantado la mano porque siempre fue respetuoso”, contó el padre del joven en entrevista para colegas del medio El Pilón, indicando que el vehículo pertenecía a un primo suyo, profesional de la salud.
Al llegar al lugar del siniestro, en el barrio Novalito, el impacto fue tan fuerte que el progenitor del adolescente no pudo procesar lo que sucedió, por lo que se alejó y dos horas después fue que volvió a la escena.
“No podría decir quién iba manejando, mi hijo escasamente sabía mover el carro, pero no tenía destrezas para manejarlo. A ellos yo los vi con la intención de ir a la fiesta de una amiga, yo les dije que era un día muy peligroso, que había que compartirlo en familia y ellos no me insistieron”, relató el ciudadano, quien había quedado convencido de que los menores atenderían sus recomendaciones.
Entre lágrimas, el hombre contó: “Ayer el hermano, premonitoriamente, le hizo una videollamada, él (Samuel) movió el celular para mostrarle que estábamos él y yo, y el hermano me dijo: ‘Papi, cuide a Samuel’, el hermano lo presintió. Nunca pensé vivirlo, que se me fuera mi pechiche, mi rey, yo le decía así. Era un pelao noble, de mis hijos el noble era él, qué pelao tan bueno, tan hermoso con ese corazón”.
Roberto Gutiérrez y Fabián Pumarejo, los dos adolescentes que iban con Samuel, sufrieron contusiones y se encuentran recibiendo atención médica en una clínica de la capital del Cesar.
