La comerciante más próspera del Centro de Barranquilla decidió acabar con su vida en un apartamento al norte de Barranquilla.
Juliana Andrea Real, de 25 años de edad, era reconocida por su espíritu emprendedor, por su habilidad para los negocios y por su exuberante belleza.
La depresión, a causa de la crisis financiera que ha generado la pandemia por el COVID-19, se apoderó de Juliana.
Hace cuatro meses, iniciaron sus síntomas de tristeza, de frustración y de trastornos depresivos persistentes, sentimientos que hizo públicos en su cuenta de Instagram:
“No ha sido fácil, para mi, ni para nadie. He tenido días buenos y días malos.
Me he despertado con ánimos de trabajar y en ocasiones no quiero salir de la cama.
A veces tengo muchas fuerzas para seguir, y a veces, simplemente me derrumbo.
Es normal, soy humana, no puedo ser fuerte siempre, no podemos culparnos, no debemos hacerlo.
Pero al final, levanto mi mirada al cielo, cómo lo hice en esta foto, y siento cómo Dios me habla, y de hecho, frente a la situación de muchos ¡SOMOS MUY AFORTUNADOS!
Aún así, en medio de una pandemia, llena de incertidumbre, impotencia, estrés, miedo, angustia, siempre estará Dios entre nosotros, enseñándonos que aunque parezca el final, es un nuevo comienzo.
“No se que tan identificado/a te sientas conmigo, te envío toda la buena energía, ÁNIMO, todo estará bien pronto, sea dentro de mucho o poco, que la esperanza sea lo ultimo que pierdas”.
Con el inicio de la depresión, Juliana empezó a recibir ayuda sicológica y apoyo emocional por parte de sus familiares, de sus amigos cercanos y de su prometido, con quien convivía actualmente.
“Juliana era otra persona, muy callada, triste, no era la mujer radiante que conocimos”, expresó una de sus clientes en Instagram.
Juliana Andrea viajaba constantemente a China, y al exterior, dos o tres veces al mes. Era la proveedora de ropa de muchos perfiles en las redes sociales. “En el Carnaval 2020, la vimos feliz y orgullosa al ver que todo el combo de Santoto portaba una camiseta patrocinada por su marca: Mood Store Col”.
Juliana tomó la fatal decisión de suicidarse el miércoles por la mañana. Su inseparable novio, con quien pensaba casarse en los próximos meses y con quien recorrió gran parte del mundo, la trasladó a la sala de Urgencias de la clínica Portoazul donde llegó sin signos vitales.
El suicidio de Juliana Andrea es un llamado a la reflexión. Las investigaciones muestran que más del 95% de las personas que se suicidan sufrían de depresión.
Es importante tratar la depresión cuanto antes para ayudar a prevenir una crisis de salud mental. El suicidio puede prevenirse, aprendamos a identificar los signos de advertencia, para buscar ayuda y tratamiento profesional de inmediato.
Cada segundo de vida es un logro, cada llamada, cada detalle por ínfimo que parezca, será valioso para salvar una vida, la tuya o la de otro.
