“Uno debe buscar aquello que, incluso habiéndolo perdido todo… volvería a escoger”.
Por: Mauricio Molinares
Hay momentos en los que la vida parece resumirse en un cruce de caminos. A veces elegimos por convicción, otras por miedo, y muchas, simplemente por inercia. Pero lo cierto es que cada decisión, por pequeña que parezca, va tejiendo la historia que un día llamaremos “nuestra vida”.
Lo que hoy somos —lo bueno, lo difícil, lo que celebramos y lo que nos pesa— es, en gran parte, el resultado de miles de elecciones que fuimos tomando sin manual ni garantía. Elegimos quedarnos o partir, hablar o callar, perdonar o alejarnos, intentarlo o rendirnos. Elegimos amar. Elegimos creer. Elegimos avanzar.
En Colombia, en este país de contrastes, tomar decisiones también se ha vuelto un acto político, un grito silencioso, una manera de trazar el país que queremos. Porque incluso cuando parece que nada cambia, elegir con conciencia ya es una forma de participación.
Rubén Blades lo cantó con fuerza en los 80: “Decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana… ¡Ave María!“
Una canción con ritmo de salsa y fondo de realidad. Porque en cada esquina de la vida, algo se elige… y algo se sacrifica.
Esta semana, en una conversación que me estremeció el alma, un hermano de la vida me
dijo algo que me dejó pensando: “Uno debe buscar aquello que, incluso habiéndolo perdido todo… volvería a escoger”.
Qué sabias esas palabras, porque nos devuelven a lo esencial: a Dios, a la familia, a la fe, a todo aquello que no se negocia ni se improvisa. Aquello que no se mide en cifras, pero sostener nuestra existencia.
Decidir bien no es decidir perfecto, es decidir con propósito. Es preguntarse cada día: ¿Esto me acerca o me aleja de la persona que quiero ser? Porque la vida no se define en un instante glorioso, sino en el hilo invisible de miles de actos coherentes con lo que amamos. No tengas miedo de elegir con el corazón firme y la mirada en lo eterno. Al final del día, nuestras decisiones no solo marcan el camino… también cuentan quién fuimos.