Varios compradores aseguran que pusieron sus “ilusiones y ahorros en el proyecto Dante Quantum, que a la fecha no ha sido finalizado”.
Más de siete años han pasado desde que alrededor de 20 personas le apostaron al sueño de tener una vivienda propia, por medio de una constructora en la ciudad de Barranquilla: muchos dieron sus ahorros y hasta hicieron préstamos bancarios, pero hasta el día de hoy aseguran que el proyecto no ha sido concluido.

Varios de los afectados indicaron a Impacto News que “la constructora Dante ha incumplido con la entrega de los apartamentos Dante Quantum y no les da una verdadera solución”, mientras, ellos ven cada vez más lejos la posibilidad de tener sus inmuebles en la edificación construida en la carrera 44 # 90-58, barrio La Campiña .

“Lo promocionaron desde 2015 y estaba previsto que entregaran los apartamentos para agosto de 2017 cuando alcanzaran el punto de equilibrio, pero desde ese entonces nos llaman, nos dicen que ya van a entregar, mil y un plazos y no han cumplido nada, en la última reunión que tuvimos nos manifestaron que pretenden cobrarnos la valorización o devolvernos los dineros que pagamos como cuota inicial sin ninguna rentabilidad”, indicó Mario Alarcón, uno de los denunciantes.
El hombre contó que tomó medidas legales: “Instauré una demanda en su momento, llegamos a un acuerdo de conciliación en el proceso, donde ellos se obligaban a realizar la entrega en 2022 y aún siguen las dilataciones. Ellos no se han declarado en insolvencia, pero cambiaron el representante legal, ahora es una firma de abogados que, al parecer, tiene una dirección ficticia en Barranquilla, porque uno llega y no la encuentra”.

El afectado detalló que el precio de los apartamentos oscilaba, aproximadamente, en $255 millones. “Esa era mi primera vivienda y me ha tocado seguir viviendo arrendado porque no he tenido la manera de adquirir otra vivienda. La idea de comprar el apartamento era para cuando naciera mi primera hija, ya tengo tres hijas y ellos siguen jugando con nuestros sueños, hasta se les ofreció que les daríamos la plata para que terminaran con el proyecto, que está finalizado en un 95% y nada”.

Otro denunciante agregó: “Muchas personas depositaron ahí los ahorros de su vida con una ilusión de tener una vivienda y ha sido una total burla por la dilatación del proceso, no dan la cara, no dan una fecha de entrega, está completamente estancado, han hecho un par de reuniones diciendo que van a entregar y después vuelven a quedar en silencio; les falta la acometida eléctrica y con ella la instalación del ascensor, no es mucho”.
Finalmente, agregó que son dos apartamentos los que su familia adquirió, por lo que la pérdida económica sería mayor: “Mi familia compró en este proyecto dos apartamentos, uno de tres habitaciones, casi pagado en su totalidad; en otro llegamos hasta la cuota inicial solamente, teníamos fe en la constructora, cuando nos contactaron de la fiducia y nos dijeron que el proyecto llegó al punto de equilibrio y entregarían los recursos a la constructora, nos mantuvimos firmes, pero, al parecer, la constructora los invirtió en otros proyectos dejando a este sin capital. Cuando se empezaron a ver los retrasos, intentamos colocar los saldos por medio de una fiducia para poder terminar el edificio, no se pudo, parece que la constructora no quiere terminarlo”.

Juan Escobar, otro de los compradores, señaló que desde marzo de 2015 comenzó a pagar la cuota inicial del proyecto que estaba en planos: “Tengo el contrato de compraventa que firmé en 2016 cuando había adelantado casi la totalidad de la cuota inicial. Nosotros comenzamos aportando unos recursos a Alianza Fiduciaria y creo que fue en 2016 cuando nos solicitaron que no le consignáramos más a Alianza sino a ellos, allí comencé a pensar que las cosas no avanzaban de la mejor forma y la obra comenzó a parar. Todos los pisos están terminados, al igual que la zona social y la piscina, realmente falta poco. Yo invertí ahí y me tocó comprar otro lugar, doble gasto, necesitamos que se sienten a negociar con todos, que lleguemos a una solución”.

En común, después de tanta travesía, los denunciantes desean terminar en feliz término esta situación, por eso esperan un pronunciamiento de la constructora y la firma de abogados que la representa para saber qué será de los recursos invertidos y cuándo encontrarán solución a su problema.