El presidente de esa entidad, Néstor Escorcia, se refirió al ahora desasosiego incipiente por cómo es el estado de la estructura elevada, tras el colapso de un tramo de la vía que cobró cuatro vidas y dejó otras más heridas.
Por: Iván Peña Ropaín.
Esas inesperadas cosas del destino, la suerte o los designios divinos que ocurren y que acaban con la vida, o vidas, de personas cuando menos se lo esperan, tienen hoy de luto a varias familias en el Atlántico, quienes lloran el fallecimiento de cuatro personas víctimas del colapso registrado en un tramo de la vía que conduce hacia al aeropuerto Ernesto Cortissoz, a la altura de la calle 30, en cercanías del colegio INEM, hechos reportados la madrugada del viernes 31 de mayo.
Son varias las hipótesis que se elucubran por la tragedia acaecida y en la que perecieron personas momentos en que, a bordo de dos carros y una moto, cayeron en el enorme cráter, dejando también el hecho cuatro heridos.
El fatal desenlace también creó zozobra entre las personas que a diario transitan por ese sector entre los límites de Soledad y Barranquilla, debido a cómo está el estado real del puente vehicular que se encuentra en esa zona, pronunciándose al respecto el presidente de la Sociedad de Ingenieros del Atlántico, Néstor Escorcia.
El funcionario señaló que, para determinar cómo se encuentra la estructura elevada, “se deberá hacer una patología forense para establecer el estado real del puente de la calle 30“.
Escorcia sí expresó su preocupación por lo sucedido y lo calificó de bastante grave, ya que la recuperación de la calzada y del puente general podrían tardar meses.
En torno al mantenimiento que se le ha efectuado a dicho puente, el presidente de enunciada entidad de ingenieros sostuvo: “Este puente tiene más de 40 años de servicio y pensamos que el último mantenimiento lo hicieron hace cinco años”.
Igualmente, informó que según un estudio que elaboraron en la entidad en 2020, por esa plataforma elevada transitan cerca de 100 mil vehículos diariamente.