El exfutbolista brasileño tiene prohibido salir del país y semanalmente deberá presentarse a audiencias para seguir con el proceso en su contra por el abuso sexual de una mujer española.
Por: Iván Peña Ropaín.
Días después de que el internacional exjugador Dani Alves recobrara su libertad provisional, hecho dado al pagar una fianza de 1 millones de euros, los medios en España apuntan a que su refugio en estos momentos es la mansión que tiene situada en Esplugas Llobregat, municipio situado en la frontera con Barcelona.
La casa, ubicada en el lujoso barrio de Ciudad Diagonal y en la que convivió con su expareja Joana Sanz durante los años que jugó en el FC Barcelona, es un predio muy amplio, con todo tipo de lujos y con un dispendioso jardín que da vista a la sierra de Collserola.
Alves solo se podrá mover por territorio ibérico, pero no podrá salir fuera de España, ya que no dispondrá de los dos pasaportes en vigor que tiene y que le fueron quitados para evitar una fuga y logre entorpecer el proceso que sigue en su contra por violar a una mujer española. Cada semana, el exSelección Brasil deberá acudir ante la Audiencia de Barcelona para cumplir con el caso en su contra, también para saber cómo marchan los recursos interpuestos por su defensa.
Hace un mes que la Sección 21 de citada audiencia lo condenó a cuatro años y seis meses de prisión por agredir sexualmente a una joven de 23 años, suceso ocurrido en uno de los baños de los reservados de la zona VIP de la discoteca Sutton de Barcelona, la madrugada del 31 de diciembre de 2022.
Desde comienzos de enero de 2023 y hasta el día en que le otorgaron su libertad condicional, el exlateral brasileño estaba recluido en la cárcel Brians 2, en suelo catalán.
