El adulto de 53 años había escapado de un centro de atención para personas con problemas de salud mental.
Todo apunta a que el cuerpo encontrado en la tarde del martes 25 de julio en una finca ubicada en la vía Sabanalarga-Manatí pertenece a Geovany Armesto Pérez, un hombre de 53 años de edad, quien, según contaron sus familiares, se escapó de una fundación dedicada a la atención de personas con problemas de salud mental y adicciones.
Isabella Herrera, excompañera sentimental del hombre, contó desde las instalaciones de Medicina Legal en Barranquilla: “Mi hijo lo tenía metido en una fundación que queda en “El Barranco de las Palomas”, el administrador le avisó a la familia el lunes a las 11:00 p. m. que él se había escapado”.
Familiares del hombre comenzaron a buscarlo en diferentes fincas ubicadas alrededor de la fundación. “De una de esas, La Romana, vía Manatí-Sabanalarga, dicen habitantes de por ahí que el señor que cuidaba lo había encontrado y lo había sacado amarrado en una moto para entregárselo a la Policía, de ahí no se supo más. Después el señor de la fundación, quien hizo el reporte de la desaparición, nos dijo que la Policía informó sobre el hallazgo de un cuerpo entre Sabanalarga y Manatí que coincidía con las características de mi excompañero sentimental, padre de mis hijos, que posiblemente era él y lo habían trasladado para acá en Barranquilla a Medicina Legal”.
Habría sido un trabajador de esa finca, El Armadillo, quien al salir a buscar una vaca se habría percatado de la presencia de gallinazos junto al cuerpo. Sobre Geovany Armesto se conoció que hacia 2014 sufrió un accidente cuando iba a bordo de su bicicleta y fue arrollado por un bus de Transmecar.
“Él quedó mal de la cabeza, mis hijos no tenían estabilidad para eso, nosotros lo tuvimos un tiempo encerrado en la casa, pero él se salía, se perdía, incluso, la primera vez que se salió de la fundación, el señor nos avisó a los tres días, cuando lo encontraron”, dijo su expareja.
Aunque los familiares del adulto esperan que el cuerpo que se encuentra en Medicina Legal no sea el de su ser querido, saben que existe la posibilidad de que esa sea la realidad. “Podría ser él, como se metió en una finca pensarían que iba a robar y no vieron las condiciones en las que estaba, porque uno se daba cuenta de que él no era normal. Él siempre que se escapaba buscaba era monte. Antes del accidente, era albañil”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
