El último crimen del lunes ocurrió en el barrio Santa María, donde un joven fue asesinado a bala.
Un lunes teñido por la violencia y múltiples homicidios empañaron la calurosa bienvenida de una nueva semana del mes de septiembre en Barranquilla, pues tan solo en ese día ocurrieron tres hechos de sangre en el que perdieron la vida cuatro personas, todos de sexo masculino.
El primero de ellos se dio a conocer a tempranas horas, cuando residentes del barrio El Silencio, al suroccidente de la ciudad, hallaron el cuerpo sin vida de un hombre de 31 años, identificado como Óscar Francisco Ruíz Ramírez, quien al parecer, fue asesinado luego de recibir por lo menos 10 puñaladas en diferentes partes de su cuerpo.

En el segundo hecho criminal perdieron la vida dos hombres en el barrio Rebolo, al suroriente de la capital atlanticense, donde lo que habría iniciado como una riña desencadenó un doble homicidio en el que perdieron la vida Naren Marín Reales y Orlando José Meza Acosta, a quienes según la Policía les figuraban varias anotaciones judiciales por diferentes delitos.


Por último, la cuarta víctima, fue un joven de 20 años, identificado por las autoridades como Luis Carlos Carbonell Díaz, quien fue acribillado por sicarios en moto, cuando se encontraba en la calle 78 con carrera 5 sur, barrio Santa María, en la localidad metropolitana de Barranquilla.
Sobre este último ataque a bala, señaló la Policía que el occiso se encontraba sentado en una silla de ruedas en la terraza de su vivienda, cuando fue sorprendido por dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta y el parrillero se bajó, desenfundó un arma de fuego y la accionó varias veces en contra de Carbonell Díaz, quien alcanzó a ser trasladado al Camino Metropolitano Santa María, donde falleció unos minutos después de haber ingresado.

De la misma manera, las autoridades informaron que la víctima registraba anotaciones judiciales por los delitos de homicidio, porte ilegal de armas de fuego, hurto calificado y violencia intrafamiliar, además de que el estado en el que se encontraba (silla de ruedas) era producto de otro ataque armado del que había sido víctima el 5 de abril del año anterior.
Finalmente, se pudo establecer que esta desatada ola de crímenes despierta la preocupación de las autoridades de Barranquilla y su área metropolitana, donde no solo se manejan hipótesis como ajuste de cuentas, sino que los hechos de intolerancia también han marcado una pauta importante en medio de estos lamentables sucesos ocurridos en la ciudad.