“Entramos en pánico, vimos como volaban las tejas, a nosotros se nos voló el techo”.
Un torrencial aguacero cayó en la tarde de este lunes 5 de septiembre, ocasionando emergencias al norte y suroccidente de Barranquilla por las fuertes brisas que azotaron a la ciudad.
A través de redes sociales, habitantes de los barrio Los Olivos y La Pradera reportaron la caída de granizo, fenómeno no se registraba en la ciudad desde el pasado 30 de abril de 2021, cuando los barranquilleros fueron sorprendidos por este acontecimiento natural e inusual.
¡Cae granizo en Barranquilla!: informes de nuestros reporteros urbanos. pic.twitter.com/wUilPaJFZc
— Impacto News (@ImpactoNewsCol) September 5, 2022
Una residente de La Pradera relató: “Estábamos en la casa cuando comienza la tormenta, todos nos encontrábamos asustados, pero intentábamos calmar a los niños cuando empezó a caer granizo y entramos en pánico. Vimos como volaban las tejas, a nosotros se nos voló el techo”.
Al norte de la ciudad, en el barrio Miramar las fuertes brisas levantaron los techos de un parqueadero afectando algunos vehículos y se cayeron algunos árboles perjudicando el tráfico. En otro sector colapsó la valla publicitaria de un centro comercial.
Estragos de la lluvia en Barranquilla, emegencia en el barrio Miramar pic.twitter.com/AptAF6u3pc
— Impacto News (@ImpactoNewsCol) September 5, 2022
En el complejo residencial Alameda del Río, las ráfagas de viento y las corrientes de agua tumbaron varias motocicletas que se encontraban parqueadas fuera de los edificios.
Barranquilla, un granizado con sabor a espanto.
Dina Luz Pardo, poetisa y directora de Asocentro Barranquilla, se inspiró en el granizo caído y escribió la siguiente reflexión:
¿Cuándo en la vida imaginé que iba a ver caer granizo en esta ciudad, cuándo al despertar vería neblina o bruma, cuándo pensé estremecerme viendo un tornado (aunque no fuese de dimensiones como los que se dan en EU), cuándo pensé que sintiría las paredes rompiendo su mutismo al ser azotadas por fuertes vientos?
Techos rotos, casas destechadas, ojos aterrados, centenares de damnificados y el barranquillero diciendo “el clima está loco”.
Estas gotas -de agua lluvia- congeladas, esta tormenta eléctrica, este tornado, este viento extremadamente fuerte, es el llamado urgente a detenernos y replantear lo que estamos haciendo con el planeta y con nuestras vidas.
Esta granizada de hoy dista de las de café que tomamos a punta de nieve y con una galleta. Este granizado sobre Barranquilla sabe a espanto.