“Vimos una buena evolución hasta que lo trasladaron a otro centro asistencial”.
El pasado lunes festivo 30 de mayo, un niño de cuatro años falleció tras sufrir quemaduras de primer grado en el pecho y en el rostro, luego de que le cayera encima un recipiente con aceite caliente, en su vivienda ubicada en el barrio Ciudad Paraíso de Soledad, Atlántico.
Karla Acosta, madre del menor indicó que su hijo estaba dormido, cuando la sintió, se levantó. Allí fue cuando cogió el sartén y lo tambaleó, cayéndole el líquido encima. Ella se encontraba haciendo el desayuno.
“Cuando le cae el aceite yo lo llevo al Hospital General del Norte, cuando lo llevo allá, lo atienden, le ponen sus medicamentos hasta el momento todo estaba bien, al día siguiente lo ve el cirujano, le quita toda la piel muerta de la cara, yo me voy para la casa a cambiarme, mi hermana se queda con el niño, ella le da comida, tenemos un video de eso, todo estaba bien”, expresó la mujer.
La progenitora manifestó que el infante fue traasladado a la Clínica de la Costa, al llegar al sitio preguntó por qué lo iban a ingresar a la Unidad de Cuidados intensivos y le informaron que él estaba bien, pero que necesitaban internarlo allí para cuidarle las heridas.
“Yo les dije que me dejaran con mi hijo porque él era un niño inquieto, si lo canalizaban él se lo iba a quitar. Les rogué que me dejaran atenderlo y estar pendiente y me dijeron que no podían. Me lo tenían amarrado a la cama, yo les decía que no lo dejaran así y que no lo dejaran llorar porque se le podía tapar la nariz y él tenía la cara muy hinchada”, sostuvo Acosta.
Según el relato, los médicos le aseguraron a la mujer que el infante iba a estar bien y que ella no podría quedarse en el centro asistencial, por lo que debía regresar al día siguiente a las 3:00 de la tarde para poder visitarlo y llevar utensilios que necesitaban para tenerlo en UCI.
“Yo me fui a mi casa, pero no estaba tranquila porque sabía que mi hijo no estaba bien ahí. Ese día me levanté a las 4:00 de la mañana porque me sentía angustiada, me llamaron a las 6:00 de la mañana para darme un reporte, y que solo me lo podían entregar de manera presencial, cuando llego me dicen que al niño le dio un paro respiratorio. Yo creo que me dejaron morir a mi hijo”, finalizó Karla.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle