Al defensor central le detectaron un problema en el corazón en un momento de su carrera vital, cuando iba a jugar en el exterior.
Por: Iván Peña Ropaín.
De esas noticias que nunca esperan escuchar ni pasa por la cabeza de un futbolista, más todavía cuando tiene una edad en la que posee un considerable margen de años para seguir desarrollando la corta carrera profesional del fútbol, le tocó escucharla con profundo dolor y tristeza al ahora exjugador cordobés Jorge Marsiglia Carrascal, quien hasta el semestre pasado venía jugando con el club dueño de sus derechos deportivos y con el que se formó desde divisiones menores: Deportivo Cali.
“No puedes jugar nunca más, te puedes morir”. Fueron las palabras de un médico que rompieron en mil pedazos el corazón y las ilusiones de este futbolista nacido en el municipio de Sahagún, en el departamento de Córdoba, y a quien le detectaron miocardiopatía en su corazón.
Marsiglia, de 24 años y quien venía consolidándose en el back-centro del verde de los caleños y tenía ofertas del fútbol del exterior, ante la aciaga noticia lloró y lloró mucho y se devolvió a su pueblo natal para vivir junto a su familia y a su recién nacido de nueve meses este duro momento que corta su carrera, en busca de esa fortaleza que se urge en este tipo de situaciones para salir de este partido que acaba de perder y el que no da revancha.
“Cuando el doctor me dijo eso se me aguaron los ojos. Fue un baldado de agua fría. Yo estaba bloqueado, no quería saber de nada, pensé en mi familia y en mi futuro. En mi casa lloré toda la noche, estaba deprimido, triste. Cuando llegaba al entrenamiento y debía trabajar aparte, se me salían las lágrimas, pensaba en mi futuro y en mi proyecto de vida. Esto era el sueño mío desde niño, ser una estrella, y todo se derrumbaba de un momento a otro cuando estaba en buen nivel y prácticamente salía al exterior en el siguiente mercado”, dijo el joven exfutbolista, quien hizo parte del Cali que se coronó campeón en 2021 ante Deportes Tolima.
No será nada fácil para él curarse de este duro traspié, más cuando vea por televisión a sus excompañeros del verde ‘azucarero’ jugar en esta Liga Betplay-II que inició, ni tampoco cuando recuerde los bonitos momentos vividos en esa institución ni mucho menos cuando a su mente venga aquella opción que tenía para jugar en otra Liga. Sin embargo, también sabe que todo está en la fortaleza que le dé Dios y el ánimo que reciba de sus seres queridos:
“Todo fue como un freno de mano en seco, hubo días que amanecía tan deprimido que no iba al entrenamiento, me quedaba en la casa. No sabía ni qué hacer para distraerme. Aún pienso en eso. Son cosas de Dios. Siempre guardo la ilusión de que en un nuevo examen las cosas salgan bien, pero ya estoy asumiéndolo. Veo a los muchachos entrenar y quisiera estar ahí con ellos, ayudando”.
Pese a que le prohibieron jugar el fútbol de alto rendimiento y de que podría ver mermar la solidez económica construida por medio de este deporte para su proyecto de vida y el de su familia, Jorge Marsiglia no se deja derrotar y pone sus “cabezazos de despeje” en el estudio relacionado con la dirección técnica para no desligarse de su pasión, aliado importante para esto su equipo Deportivo Cali, que no lo abandona y le abrió las puertas para que empiece su preparación siendo asistente técnico en la sub-20.
Después de la tormenta siempre llega la calma, lo que ojalá pase en la vida de Jorge Marsiglia, a quien como le expresaron muchos amigos futboleros tras enterarse de lo sucedido con su colega: “Mucha fuerza, Marsiglia”.
