impactonews.co

Desde el alma
Picture of Impacto News

Impacto News

“Contar los días”: Desde el alma, un espacio donde la razón y la emoción conversan con honestidad

“Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación”. (Salmo 90:1)

Por: Mauricio Molinares

Volví a leer completo el Salmo 90. Y algo se movió por dentro.

Tal vez porque fue uno de los primeros salmos que aprendí de niño. Tal vez porque ese versículo fue el lema de mi colegio, el lugar donde crecí, donde aprendí a leer, a creer, a soñar: el Colegio Americano de Barranquilla.

Hoy lo leo distinto. Porque ya no soy el mismo. Porque el tiempo también me ha escrito.

Este salmo es una oración. No un discurso. No una canción triunfal.

La escribió Moisés, un hombre marcado por el desierto, por la espera larga, por las despedidas inevitables. Un líder que vio pasar generaciones enteras… y que entendió el valor de un solo día.

Moisés dice que la vida es como la hierba: puede florecer en la mañana y marchitarse al caer la tarde.

Que en un mismo día todo puede cambiar. Que somos frágiles. Breves. Pasajeros.

Y desde esa certeza, no pide más tiempo. No pide más años. No pide más control. Pide sabiduría.

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. (Salmo 90:12)

No años. No décadas. Días.

Este año que termina dejó marcas. Algunas todavía duelen. Otras, sin darnos cuenta, sanaron.

Hubo pérdidas que pesan en el alma… y también hubo momentos hermosos que nos sostuvieron cuando parecía que no alcanzaban las fuerzas.

Pequeñas alegrías. Risas sinceras. Instantes simples que, sin hacer ruido, nos salvaron.

Leer hoy a Moisés es entender que la sabiduría no llega cuando acumulamos tiempo, sino cuando aprendemos a habitar el día que nos fue dado. Y que, aun cuando no entendemos el camino, Dios sigue siendo refugio.

Al cerrar este año, no lo hacemos con cuentas exactas, sino con el corazón lleno de memoria. Y al abrir uno nuevo, no pedimos certezas… pedimos aprender a vivir.

Desde esta columna, esta es nuestra oración y nuestro deseo: que sepamos contar nuestros días, que no los desperdiciemos, y que cada uno nos acerque un poco más a lo verdaderamente esencial.

Con fe, con gratitud y con esperanza, feliz año nuevo.

COMPARTE ESTE ARTÍCULO