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Confinamiento extremo en China podría desencadenar en un desabastecimiento mundial

“Déjennos salir”, gritan las personas desesperadas desde sus viviendas”.

Shanghái, capital financiera de China completa 13 días de confinamiento total por rebrote de contagios por COVID-19. Una ciudad de 26 millones de habitantes y con el puerto más importante del mundo en tráfico, se encuentra totalmente paralizada, nuevamente.

En Shanghái llevan más de 11 días de confinamiento total por Covid-19. El gobierno chino decidió prorrogar de forma indefinida la cuarentena luego de registrar más de 20.000 nuevos casos de COVID-19, el mayor balance desde el inicio de la pandemia, con la mayoría de infecciones procedentes de la capital económica Shanghái.

La Comisión Nacional de Salud informó de 20.472 contagios en su último balance, superando incluso las cifras del primer brote de la pandemia, detectado en la céntrica ciudad de Wuhan, hace dos años. Sin embargo, a diferencia de entonces, la mayoría de casos han sido asintomáticos y las autoridades sanitarias no reportan muertes debido al COVID-19. La Comisión precisó la detección de 1.415 nuevos positivos por coronavirus en la víspera (1.383 de ellos por contagio local), además de 19.199 casos asintomáticos.

Las estadísticas reflejan que en China el promedio móvil de nuevos contagios diarios (por millón de habitantes), se ha salido de toda proporción esperada.

Así se entregan los alimentos en Shanghái, China

No es solo un problema de China, sino de todos. El cierre de ciudades en China afectará el suministro a nivel mundial, por lo que podría avecinarse un desabastecimiento.

26 millones de habitantes de Shanghái en confinamiento extremo, protagonizan escenas de pánico. Los habitantes protestan desde sus apartamentos exigiendo el fin del confinamiento decretado por el rebrote de COVID-19. “Déjennos salir”, gritan las personas desesperadas desde sus viviendas.

Desde que se logró contener el primer brote en Wuhan, China ha aplicado una estrategia de cero COVID, con confinamientos localizados y severas restricciones de viajes internacionales que llevaron a números de contagios muy bajos.

Shanghái, principal puerto de contenedores del mundo, se encuentra paralizado

Pero, desde marzo de 2022, los casos han ido creciendo hasta alcanzar miles diarios en las semanas recientes, debido a la entrada de la contagiosa variante ómicron en su territorio. Son cifras de contagios bajas respecto a la mayoría de países del mundo, especialmente teniendo en cuenta su población, pero ponen a prueba la estrategia cero COVID de China, uno de los pocos países en mantener este enfoque.

Las instalaciones para aislar a los infectados siguen llenándose de nuevos casos y las autoridades mantienen sus estrictos protocolos sanitarios que incluyen la separación de bebés contagiados de sus padres si estos dan negativo. 

Un alto funcionario de Shanghái admitió que la ciudad estaba «insuficientemente preparada» para el rebrote. El malestar en la población crece por la falta de alimentos y la restricción de movimientos a medida que se alarga el confinamiento. 

Este rebrote está impactando la economía y los analistas están recortando las previsiones de crecimiento ante el cierre de fábricas y el confinamiento de millones de consumidores, lo que frena el suministro y la exportaciones, hecho que podría desencadenar en un desabastecimiento mundial.

Pero, ¿por qué la subvariante BA.2 del ómicron ha originado un confinamiento extremo en China? Según expertos locales, el país oriental está luchando contra un nuevo enemigo del coronavirus, con armas antiguas que han perdiendo su eficacia.

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