El brutal asesinato ocurrió el 30 de diciembre de 2024. “Hoy se impone una condena ejemplar”, han manifestado allegados de la víctima.
El sol comenzaba a caer sobre la vía al mar, ese tramo de asfalto que serpentea entre Barranquilla y Cartagena, cuando la vida de Giselle Celín Villalobos, una joven estilista de 29 años y madre de tres hijos, fue brutalmente segada. Era 30 de diciembre de 2024, vísperas de año nuevo, pero para la fémina no habría un nuevo comienzo.
Iba en una moto junto a Jorge Luis Borrero Barceló, su expareja. Un hombre que alguna vez amó y que durante meses la había hostigado tras el fin de una relación marcada por la violencia silenciosa, la manipulación y el miedo. Tal vez pensó que sería una conversación más, quizá creyó que él, al fin, entendería, pero el recorrido terminó en horror.
Frente a testigos y a plena luz del día, Borrero la atacó con un cuchillo, al menos 17 veces. La dejó malherida al costado de la carretera, cerca del peaje de Puerto Colombia. Giselle fue trasladada a la Clínica Portoazul y murió pocas horas después, sin poder despedirse. Entretanto, el feminicida fue capturado por la Policía, a la altura del corregimiento de Playa Mendoza.
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Para la familia de Giselle el año nuevo llegó cargado de dolor, lejos de la alegría y con el sepelio de ella, mientras que la justicia se encargaba de Borrero Barceló, quien el 9 de enero fue cobijado con medida de aseguramiento preventiva.
Fue así como tras medio año de investigaciones y de un proceso judicial arduo, que el Juzgado Segundo Promiscuo del Circuito de Puerto Colombia dictó una condena de 31 años y 3 meses (375 meses) de prisión contra Jorge Luis Borrero Barceló, por el feminicidio agravado de su expareja, Giselle Celín Villalobos.

El fallo judicial estableció que Borrero Barceló atacó con un arma cortopunzante a Giselle al menos en 17 oportunidades, mientras ella viajaba como pasajera en una motocicleta conducida por él. El crimen, registrado por transeúntes, fue captado en un video que rápidamente se propagó por redes sociales. La víctima, madre de tres hijos y estilista, fue trasladada a la Clínica Portoazul en Barranquilla, donde falleció debido a la gravedad de las heridas.
Durante el proceso, la Fiscalía confirmó que la relación entre la pareja había terminado cinco meses antes, pero que los antecedentes de violencia física y psicológica eran notorios. El juez encontró pruebas contundentes: rastros biológicos, testimonios y el video del ataque, lo cual sustentó la condena por feminicidio agravado.

El condenado firmó un preacuerdo con la Fiscalía, lo que redujo ligeramente la pena impuesta. Durante la audiencia, organizaciones feministas expresaron su inconformidad frente a lo que calificaron como una legislación “perversa” en relación con el máximo de pena previsto para feminicidio.
El asesinato de Giselle está enmarcado en una preocupante tendencia: en 2024 se presentaron más de 648 feminicidios en Colombia, según cifras de la Fiscalía.