Aunque la madre aseguró que su hija había muerto, el cuerpo de la menor de 23 meses nunca fue encontrado.
Una juez especializada de Bogotá responsabilizó a Carolina Galván Cuesta y a Nilson Bladimir Díaz Valenzuela por la desaparición de Sara Sofía, una menor de 23 meses de nacida, cuyo paradero se desconoce desde enero de 2021.
Un fiscal del Grupo Nacional de Género demostró que el 15 de enero de ese año Galván Cuesta recogió a su hija en una vivienda del barrio Roma en localidad Kennedy, Bogotá, lugar donde residía una hermana de la ahora condenada, quien estaba a cargo del entorno de cuidado y protección de la niña desde septiembre de 2020.
Ese día Carolina le aseguró a su hermana que volvería con su hija, pero nunca llegó. Labores de policía judicial evidenciaron que la sentenciada se trasladó junto con la niña a la residencia donde convivía con Nilson Díaz Valenzuela.
“Durante la investigación la pareja entregó información contradictoria a sus familiares acerca de lo que había ocurrido desde que la menor salió con su progenitora. A la fecha no se conoce el paradero de la pequeña“, indicó el ente investigador.
Carolina Galván Cuesta y Nilson Bladimir Díaz Valenzuela fueron condenados a la pena de 42 años y seis meses de prisión y la multa de 3.874,995 salarios mínimos legales mensuales vigentes por ser responsables del delito de desaparición forzada agravada.
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