El fallecido narrador chocoano sorprendió a todos al aterrizar en el Metro para narrar un partido del Junior, una vez cumplió la sanción que había recibido del Ministerio de Comunicaciones.
Por: Iván Peña Ropaín.
Una fastuosa escena se vivió, la tarde de ayer lunes festivo, en el estadio Palogrande de Manizales, donde se dio conclusión a la fecha 13 de la Liga Betplay-I con el choque entre Once Caldas y Alianza FC de Valledupar, ganado finalmente por el local 1-0.
Con un marco muy diferente a cómo se ha visto jornadas atrás, ese escenario estaba con una gran asistencia de público del Blanco-Blanco, no solo porque necesitaban ganar para seguir consolidados en los ocho o porque están en esa lucha por alejarse de la zona roja del descenso.
Las tribunas se apreciaban repletas de hinchas del Caldas, notándose en la pista atlética personajes ligados con la historia de esa escuadra como el extécnico Luis Fernando Montoya, porque se le iba a rendir un sentido tributo a uno de los actuales delanteros del club, el tolimense Dayro Moreno Galindo.
Lo anterior, con motivo de que en la fecha pasada ante Independiente Medellín en el estadio Atanasio Girardot, Moreno anotó el 2-1 para su equipo, que más que ser el tanto del triunfo, significó su diana número 225 en la historia de la Liga colombiana y se convirtió de esta manera en el máximo artillero, superando al argentino Sergio Galván Rey, otro ídolo de la institución manizalita y que también hizo presencia en el Palogrande.
Sin que nadie lo previera, el delantero de 38 años llegó en un helicóptero y aterrizó en la ‘bomba central’, tal como lo hizo el fallecido narrador del Junior de Barranquilla, Édgar Perea, en el año 1987 en el Metropolitano Roberto Meléndez, como respuesta a una sanción que le había impuesto el Ministerio de Comunicaciones, que lo castigó por el uso de “palabras desmedidas y de grueso calibre” en la radio, decidiendo volver por lo alto a narrar un juego de Junior y en el estadio, apenas cumplió su multa.