El representante departamental señaló que este proyecto pone en riesgo el ecosistema de la Ciénaga de Mallorquín y las autoridades hacen caso omiso a las señales de alerta.
El proyecto Ciudad Mallorquín sigue generando polémica y reacciones entre los representantes políticos del departamento del Atlántico. Quien se refirió esta vez a la situación fue el diputado Carlos Rojano, que junto a muchos coincide en que la construcción del proyecto urbanístico representa factores de riesgo en contra del medio ambiente y el ecosistema circundante como la Ciénaga de Mallorquín.
“La construcción de Ciudad Mallorquín implica una tragedia ambiental de la Ciénaga de Mallorquín y del predio Bajonal. El desconocimiento de por parte de autoridades locales de que estamos en presencia de un humedal categoría ramsar ha permitido normas permisivas para la urbanización”, expresó Rojano.
Adicional a esto, el diputado atlanticense sostuvo que los planes de ordenamiento territorial de Barranquilla y Puerto Colombia favorecen el modelo de ocupación, desfavoreciendo el paisaje, la conectividad ecosistémica y los impactos ambientales en la ciénaga.
“El Ministerio de Medioambiente ha señalado unos hallazgos viendo la manera como se construyó el ecoparque, haciendo un análisis ambiental adecuado sobre los impactos en el humedal y recomendó un replanteamiento a fondo para no afectar el ecosistema y asegurar condiciones propicias para su restauración”, añadió.
En ese sentido, manifestó que algunos de ellos hallazgos son “el deterioro del cuerpo de agua de la Ciénaga de Mallorquín, el incumplimiento de los planes parciales;¡, una documentación ambiental desactualizada, poca articulación metropolitana y normas permisivas en pro de la urbanización, además del desconocimiento de las autoridades para intervenciones, el débil monitoreo ambiental y de ordenamiento territorial, poca planificación de los servicios públicos, la división del ecosistema por la construcción de vías, contaminación por agua residuales domésticas, la contaminación de arroyos y desviaciones de los cauces afectan lo que es la Ciénaga de Mallorquín”.
Por último, afirmó que desde la Asamblea del Atlántico apoyan la propuesta del Ministerio de Ambiente sobre un acuerdo ambiental, político y social que permita una reorientación al proyecto urbanístico.
“Es hora de mirar la naturaleza y el medioambiente con ojos humanos y mirarlo como una reserva importante para la coexistencia del ser humano en esta sociedad, Colombia debe preservar la vida sobre todas las cosas”, concluyó Carlos Rojano.