El Gobierno nacional junto a voceros y representantes del gremio arrocero llegaron a un acuerdo para trazar una hoja de ruta y avanzar hacia una cadena del arroz más justa, sólida y competitiva para el país!
El país completa este 19 de julio cinco días consecutivos de protestas y bloqueos viales protagonizados por los productores de arroz, quienes exigen con urgencia soluciones frente a la crisis del sector arrocero. El movimiento, que ya afecta al menos cinco departamentos, tiene en alerta al Gobierno nacional y a miles de colombianos que comienzan a sentir el impacto en sus regiones.

Un desplome en el precio del arroz, la chispa del conflicto
El origen del paro radica en una fuerte caída del precio del arroz paddy verde, el cual se ha desplomado en más de un 25 % en los últimos meses, pasando de 160.000 a menos de 120.000 pesos por carga de 125 kilos. Esta disminución tiene en jaque a los pequeños y medianos productores, que denuncian que ya no alcanzan a cubrir los costos de producción.
“El precio del arroz no cubre ni la semilla ni el fertilizante. Estamos trabajando a pérdida”, declaró Rafael Gómez, líder arrocero del Tolima, desde uno de los puntos de concentración en el municipio de Saldaña.

Regiones afectadas: el campo se toma las carreteras
Las protestas se concentran en Tolima, Huila, Meta, Cesar y Córdoba, donde miles de campesinos han instalado bloqueos en vías principales, afectando el tránsito de carga, pasajeros y productos perecederos. En el Meta, el cierre en la vía Villavicencio–Granada ha generado serias demoras en el transporte de alimentos hacia Bogotá.
En Huila, los arroceros marcharon pacíficamente en Neiva, mientras que en el Cesar se han registrado enfrentamientos menores entre manifestantes y la fuerza pública, aunque no se han reportado heridos graves hasta el momento.

Pérdidas millonarias y tensión creciente
Según cifras del gremio Fedearroz, el paro ya deja pérdidas por más de 6.000 millones de pesos, tanto para los agricultores como para el comercio local y los transportadores afectados por los bloqueos. Los molinos han comenzado a detener operaciones, y algunos supermercados en ciudades intermedias reportan escasez de arroz nacional.
El Gobierno, por su parte, ha mantenido canales de diálogo abiertos, pero aún no se llega a un acuerdo formal. Los productores piden una intervención urgente: establecimiento de un precio mínimo de compra, subsidios temporales y control de las importaciones que, afirman, están inundando el mercado con arroz más barato.
El Ministerio de Agricultura ha manifestado su disposición al diálogo, pero advirtió que el Estado “no puede fijar precios arbitrariamente” y que se deben buscar soluciones estructurales. “Sabemos que el sector atraviesa dificultades, pero necesitamos propuestas técnicas y sostenibles. No vamos a prometer lo que no se puede cumplir”, señaló la ministra Martha Carvajalino.
