Se había advertido por parte de las autoridades en Santa Marta que evitarían el ingreso a la ciudad de las ‘barras bravas’ del Tiburón de cara al clásico costeño, pero nada de ello ocurrió.
Por: Iván Peña Ropaín.
Habitantes del sector de Gaira, a la altura de la Troncal del Caribe, en Santa Marta, cuestionan duramente el actuar de las autoridades competentes en esa región ante los desmanes que se produjeron la noche del viernes anterior por los enfrentamientos entre ‘barristas’ del Junior de Barranquilla y Unión Magdalena.
Y es que los vituperios de ciudadanos residentes en esa zona samaria obedecen a que, días atrás, se había anunciado por parte de la Alcaldía y de la Policía Nacional un “cierre de fronteras” para inhibir el acceso de las ‘barras bravas’ del conjunto barranquillero de cara al clásico costeño que se dará este sábado (6:20 p. m.) en el Sierra Nevada.
¿Pero qué terminó sucediendo la noche anterior? Un gran número de integrantes de las facciones populares del Tiburón pudieron acceder a la ciudad a bordo de motocicletas, que no es lo mismo, llegando hasta Gaira, desde donde grabaron varios “en vivos” demostrándole a los ‘barristas’ del conjunto ‘bananero’ que estaban en su territorio.
Se desató luego una feroz barahúnda, la cual duró varios minutos y, pese a que fue disgregada por policías en corto tiempo, sí dejó algunas casas y locales afectados por los elementos como piedras que ambos bandos de los dos equipos costeños se lanzaban entre sí.
Para la comunidad del sector en el que se dio el enfrentamiento todo fue una pantomima por parte de las autoridades policivas y administrativas, ya que el grupo de junioristas pudo entrar sin ningún problema a Santa Marta.
