Ya los niños no quieren bailar cumbia como antes y los que aún desean hacerlo, no cuentan con los recursos suficientes.
Por: Laura Rocco
Es muy posible que en 2024 no veamos bailar a los Cumbiamberitos de San José, el grupo de niños y adolescentes más tradicional del Carnaval de Barranquilla que en la actualidad enfrenta momentos difíciles.
Su directora, Matilde Posada le contó la preocupación y tristeza que siente porque a la fecha, 2 de diciembre, los menores que aún desean participar en el grupo no cuentan con los recursos necesarios para hacer parte de la próxima edición de la fiesta patrimonial.
“En este momento el grupo está casi por fallecer por varios motivos, uno de ellos es que a los niños ya no les llama la atención bailar nuestros ritmos autóctonos como la cumbia, el garabato, el congo, todos esos ritmos tradicionales, este es un un grupo con 42 años de tradición ininterrumpidos en el Carnaval que nació en el barrio San José, su fundadora fue Francisca Gutiérrez de Gómez, pero ella se radicó en Nueva York y yo estoy como directora desde hace más de 30 años”, indicó Posada.
De acuerdo con Matilde, muchos niños y adolescentes están siendo atraídos cada vez más por el reguetón, la champeta, la samba y demás con vestuarios más llamativos para ellos, dejando a un lado la cumbia y otras manifestaciones mencionadas.
Pero otros aún tienen a la cumbia en el corazón y son los recursos económicos en sus familias los que no les alcanzan para los gastos necesarios. La directora de los Cumbiamberitos manifestó:
“El otro gran problema es fundamentalmente el factor económico, nos afectó mucho la pandemia, nuestro grupo integra a niños de diferentes sectores de la ciudad, perdimos a dos padres de familia y sus niños ya no vienen, además, uno de los señores que vivía en Simón Bolívar también traía a un gran número de chicos. Entonces, no llegan todos los chicos que participaban antes y los que quieren llegar, sus padres dijeron que no porque no cuentan con los recursos para que lo hagan y apoyar con su vestuario”.
“Si no hay presupuesto no podremos salir en 2024”
Un vestido de cumbiambera no resulta económico por la cantidad de telas y detalles que lleva, además de los accesorios, así lo explicó la mujer: “Esos vestidos no los hacemos con trapitos, en un vestido de niña nos llevamos de 10 a 13 metros de tela, encaje, cinta, tocado, maquillaje, peinado, zapatos, el varón de pronto sale menos costoso, pero igual lleva mochila, zapatos, un traje bonito blanco, la pañoleta, el sombrero y los padres tienen muchos gastos y no pueden apoyar. Aunque venimos intentando gestionar desde hace meses, en este momento estamos en cero”.
Posada reveló que los Cumbiamberitos llevan tres años con el mismo vestuario: “Ya no sirve a las niñas, les queda corto. Llegó el momento en que les dije que si no hay presupuesto no podremos salir en el Carnaval 2024, estamos bastante preocupados porque no se nos da. Desde Carnaval también alegaron que quedaron afectados tras la pandemia y nos dijeron que esperemos hasta enero para un apoyo, pero las modistas no van a hacer un vestido de un día para otro. En noviembre ya debían haber estado adelantados los vestidos”.
Finalmente, la mujer hizo un llamado directo al empresario Christian Daes:”Ayúdenos para que no desaparezcan los Cumbiamberitos de San José. Yo he subsidiado a niños, cuando faltaba alguna parejita, pero a treinta muchachos no los puedo vestir. Si conseguimos ese apoyo yo me busco las modistas, porque hay algunos niños que quieren pero no pueden por lo económico. Le diría a usted y a toda su organización que si puede hacer algo para que los Cumbiamberitos no se queden en 2024 en casa que nos apoyen, para que no muera la tradición. También cualquier otra empresa o persona de buen corazón que quiera colaborar, no solo con dinero, podría ser con bonos para comprar en algún almacén de telas, yo hago lo que sea por los Cumbiamberitos”.
De acuerdo con Édgar Blanco Acevedo, director de Carnaval de la 44, en este participan en promedio 32 cumbiambas y en la Vía 40 (con Carnaval de Barranquilla S. A. S.) participan cerca de 40, pero hace 30 años había más de 110. “En la medida en que desaparece un grupo folclórico patrimonial nacen 10 o 15 comparsas”, reveló.
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