A pesar de toda la turbulencia que ha zarandeado al Rojiblanco en el último tiempo, ya se comienza avizorar una tenue calma.
Por: Iván Peña Ropaín.
¡Chao a los malos resultados del Tiburón y a la tormenta que se posó sobre él en los últimos meses por cuenta de un pésimo primer semestre, por la eliminación de la Liga y de la Sudamericana, por los recurrentes actos de indisciplina, por el despido de un jugador y por la salida de otro que es uno de los grandes ídolos! Eso parece suceder en el ambiente de la plantilla de Junior de Barranquilla, que continúa con su pretemporada en gimnasio, con los trabajos tácitos y de fútbol en la sede Adelita de Char y con los de resistencia física en las playas de Solinilla, al norte del departamento del Atlántico.
La fe por hacer un mejor torneo en la Liga Betplay-II 2023, que debe iniciar el próximo 16 de julio, está en la mente y corazón de cada uno de los jugadores, quienes vienen trabajando a todo ritmo y con compromiso para ello.
La alegría, bromas y camaradería, eso sí, una vez culminan con las labores programadas por el cuerpo técnico y físico del Rojiblanco, se han hecho una constante en los últimos días en el plantel, situaciones de las que no se ha salvado ni el propio Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, quien fue cargado, conducido y sumergido a la playa por varios jugadores en medio de un ambiente que demuestra que las cosas andan marchando bien en la interna del club de los barranquilleros y de aquellos costeños que son junioristas.
Los futbolistas Freddy Hinestroza, Didier More y hasta uno de los que se decía no estaría contento porque el DT paisa precisaba de su salida del grupo por haber cumplido su ciclo, Carlos Bacca, fueron los que le dieron su respectivo chapuzón al estratega Rojo y Blanco, el cual tomó con el mayor folclor del mundo.
