El lamentable suceso se presentó mientras llovía sobre la ciudad de Barranquilla en la tarde del pasado martes y el lesionado se encontraba en una tienda del sector.
En un desafortunado acontecimiento, un joven de 22 años identificado como Yesid Bueno Jiménez, resultó herido cuando el reloj marcaba aproximadamente las 2:00 de la tarde del pasado martes 3 de septiembre, al recibir una descarga eléctrica mientras caía un fuerte aguacero sobre la ciudad de Barranquilla.

El suceso se registró en la carrera 32 con calle 47D, barrio Chiquinquirá, cuando el lesionado se encontraba en una tienda del sector y fue alcanzado por un rayo. José Alfredo Bueno, padre del joven, conversó con Impacto News y reveló que el hecho sucedió de imprevisto y Yesid fue llevado al Hospital General de Barranquilla, donde recibe atención médica.
“En medio del aguacero hubo un centellazo, un candelazo que iluminó todo el sector, impactó a mi hijo y enseguida se escuchó el trueno y se fue la luz en el sector. La descarga eléctrica lo dejó paralizado enseguida, lo llevamos al hospital y allí lo atendieron. Está estable y realizándole todo el protocolo requerido para este tipo de casos”, explicó el progenitor de Yesid Bueno.
En el mismo acontecimiento, un menor de edad residente de una vivienda del sector también resultó afectada por la descarga eléctrica, pero de manera leve. También recibió atención médica en el mismo centro hospitalario.
Por otra parte, Álvaro Julián Pacheco, un amigo de Yesid, se encontraba junto con él cuando el rayó cayó y lo impactó. Dijo que fueron momentos angustiantes para todos los que se encontraban presentes en la tienda y que temió lo peor al ver a su conocido clamando por ayuda para que no lo dejarán morir.
“Ver a un amigo así fue feo para mí. Cuando el centellazo cayó vi que se le torcieron los brazos e iba para la vitrina cayendo, entonces corrí y lo sostuve. Él me decía que lo ayudará, pero no se le entendía muy bien porque la boca se le torció. Yo enseguida lo que hice fue darle sobos en el pecho y a menearle y masajearle los brazos, se le pusieron los ojos rojos y la piel también”, contó el testigo.

Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
Redacción: Luis Ángel Terán