Junto a otro compatriota ha llevado en alto la cultura de nuestro país.
En 1994, a sus 26 años, el pastuso Héctor Palacios llegó a China, luego de obtener una beca con el Icetex. Allí, nació para él un sueño: “Cantar música colombiana en chino mandarín”.
La Chinastía Vallenata, así le llama a su proyecto, en el marco del cual ha grabado varios videos musicales incorporando el acordeón de un connacional, aunque su más reciente lanzamiento es el cover de un joropo de los Llanos Orientales al que tituló “Carmentea en Chino”, donde fusiona esta icónica canción escrita por Miguel Ángel Algarín con instrumentos de la música tradicional de China.
Esta versión fue realizada por él junto al acordeonero y productor musical de Palermo, Huila, Ángel Emiro Soto, a quien conoció en Chongqing cuando asistió en 2017 a ver un partido entre Colombia y la Selección de fútbol de China.
El pastuso, quien es licenciado en Lenguas, también ha innovado con salsa, bachata y cumbia tropical, cantadas en español, pero con la participación de personas naturales de dicha nación.
Con su propuesta musical ha logrado ganarse muchos corazones en China y distintos territorios asiáticos, así como cautivar la atención de su pueblo colombiano que hoy lo mira con orgullo.
Hace muchos años la situación no fue fácil para Héctor, de hecho, cuando llegó, tuvo que luchar con muchos prejuicios, pues al saber que era colombiano lo relacionaban inmediatamente con el narcotráfico y con Pablo Escobar, historia que él se propuso cambiar.

En China encontró el amor de su vida, logrando contagiarla del cariño por Colombia, por nuestra música, el fútbol y nuestra cultura en general, tal como lo demuestran sus redes sociales.

Junto a su esposa tiene un pequeño hijo, “Jespal”, el cual nació en mayo de 2019 y ahora comparte con él la pasión por la música de ambas naciones, tal como lo deja ver en los videos donde el niño canta apasionadamente las canciones interpretadas por su padre.