Según la Policía, el grupo delictivo expendía alucinógenos, incluso, a menores de edad.
La Policía Metropolitana de Barranquilla reportó la desarticulación del grupo delincuencial los Recorredores, dedicados al tráfico de estupefacientes en sectores exclusivos del norte de la ciudad.
En ese sentido, la institución armada reportó mediante ordenes judiciales la captura de tres sujetos identificados con los alias de el Diablo, el Flaco y el Negro, quienes integrarían está banda delincuencial.
Unidades especializadas de la Seccional de Inteligencia y la Unidad Básica de Investigación Criminal de la Seccional de Protección y Servicios Especiales le seguían la pista desde hace cinco meses a este grupo de sujetos que se dedicaban al tráfico local de estupefacientes en el sector de la calle 84 entre carreras 46 y 51B, norte de Barranquilla.
La desarticulación se hizo a través de experimentados investigadores, quienes realizaron un trabajo encubierto, vestidos de parroquianos y simulando ser compradores. Así descubrieron y registraron el modus operandi de la estructura criminal.
Asimismo, las autoridades precisaron que otro personal de inteligencia se encargó de mantener una vigilancia permanente, recopilando así más elementos de prueba.
Gracias a estas labores investigativas, los encargados del caso pudieron observar que los miembros del grupo delictivo transportaban, almacenaban y distribuían las dosis de narcóticos utilizando ventas ambulantes como fachadas. “De esta forma podían vender la droga, incluso a menores de edad, sin despertar sospechas, o por lo menos eso pensaban”, informó la Mebar.
Indicaron las autoridades que el actuar delictivo de los Recorredores se manifestaba a cualquier hora del día, sin importar que el sector fuera de alto flujo de personas, pues consideraban que su estrategia para mimetizarse era lo suficientemente efectiva para pasar desapercibidos.
“Se calcula que diariamente estos delincuentes vendían entre 500 mil y un millón de pesos en estupefacientes”, manifestaron.
Los tres detenidos fueron dejados a disposición de las autoridades por los delitos de concierto para delinquir, fabricación, tráfico o porte de estupefacientes y suministro a menores.
“Con este resultado, la Policía Metropolitana de Barranquilla no solo da un golpe al tráfico local de estupefacientes, sino que también protege a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de Barranquilla”, concluyó la institución.
